html> Resistencia Civil: febrero 2005

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lunes, febrero 28, 2005

Cómo destruir al malandraje desatado?: Eliminando la causa que lo desatara




Gobierno no significa razón. No significa elocuencia. Gobierno significa fuerza, y como el fuego, es un sirviente peligroso y un amo temible.


George Washington.


El socialismo –en cualquiera de sus variantes- es la ideología servil que más logra generalizar el abuso del poder, el desprecio a la Ley, y el abandono de las más elementales nociones morales de la civilización. Mientras más
socialista sea una sociedad, más malandraje deberá soportar. No sólo el maladraje de la delincuencia común, sino el malandraje extendido como “cultura” entrando en el tejido social, por medio de la corrupción, el abuso de poder, y la “justificación ideológica” del malandraje mismo. Cuando restringen las vías honestas de progreso individual, al desarticular y desnaturalizar todos los mercados libres, el libre mercado de la corrupción es lo que finalmente rean
los socialistas. Tal putrefacción termina por colapsar al sistema por sí mismo. Pero no es necesario esperar a “pudrirnos todos” para salir del basurero. Es suficiente que la mayoría llegue a entender que el malandraje desatado en una sociedad podrida hasta los tuétanos, es el resultado inevitable de la naturaleza misma de cualquier forma de socialismo, y no una “error” que se pueda corregir, sin desechar completa y definitivamente tal ideología servil.

EL ABUSO DE PODER



El problema es el abuso de poder. Todo poder que no esté limitado, reglamentado, contenido y severamente vigilado, desde otros poderes, y principalmente por la propia “opinión pública”, que no es más que el “promedio
ponderado” de las opiniones privadas. Será abusado. Abusado, entre otras cosas, porque el poder ilimitado es la fuente de la compraventa de las autoridades, la corrupción, y todas las formas de abuso, ya no sólo del poder mismo “sino de influencia”. Del poder ilimitado nace el abuso y la corrupción, de estas la grosera impunidad, y de esta última nacen todas las formas de malanndraje desatado. Tan malandro es el asaltante común, como el funcionario extorsionista, o el “niño bien” asesino impune. Y todos abundan por la impunidad. Curiosamente, sólo limitando al Estado a sus funciones naturales, y dentro de estas, al respeto real de los derechos individuales, de todos. En la imposición de la única igualdad posible, conveniente y necesaria. La igualdad ante la Ley. Y ante leyes justas que no violen los derechos naturales del individuo. Será posible el fin de la impunidad, el rápido, justo, proporcional, y ejemplarizante castigo.

Una revolución liberal, que reconstruya desde sus bases todo el edificio jurídico, y con él, la estructura del Estado. Es la única forma de encarcelar los malandros, desde los funcionarios corruptos, y sus asociados privados, pasando por los delincuentes comunes, hasta los malandros “niños ricos”.

¿TRIBUS JUDICIALES DE QUINTA?



La revolución neo-izquierdista no podía siquiera tolerar la posibilidad de que su asesinado héroe, el fiscal Danilo Anderson, estuviera vinculado con una banda de vulgares extorsionistas. El brutal atentado terrorista contra el
hombre conducía las investigaciones judiciales de mayor importancia política para la administración, condujo a transformar sus exequias en un acto proselitista que se inició con la Orden del Libertador, post morten, y concluyó con un mitin. Si no fue extraño para el paleo-izquierdismo socialdemócrata, y menos para el paleo-comunismo leninista, el capitalizar políticamente los cadáveres. ¿Podía serlo para un neo-izquierdismo que ha fusionado ambas en una nueva ideología servil “integrada” e “integral”?

El problema empieza, primero con las denuncias sobre la presunta “aparición” de más de mil millones de bolívares en efectivo, y de algunos cientos de miles de dólares, y se complica con las presuntas filtraciones de información sobre una red de extorsionistas, que habría cobrado ingentes sumas a banqueros y otros empresarios, firmantes del decreto del brevísimo gobierno -teóricamente absoluto- de Pedro Carmona Estanga.

El revolucionario ministro del Interior, Jesé Chacón, tras mencionar indicios de existencia de tales extorsiones se apresuró a aclarar en la prensa: "Yo jamás he dicho que existen indicios que vinculen al fiscal Anderson a los
grupos de extorsión. Fui bien claro en mis declaraciones del martes, donde dije textualmente que existían indicios de un grupo de abogados que -dada su relación con el fiscal Anderson- utilizó esta relación para extorsionar".

Es difícil decir que sería peor: Que el fiscal estrella de la revolución tuviese a su alrededor una banda de extorsionistas, operando a plena capacidad, sin llegar ni a sospechar del asunto. Que es tanto como decir que era un idiota incapaz. Y eso si que es evidentemente falso. O que estuviera involucrado. Obviamente, la revolución necesita aferrarse a la primera, pero aún eso implicaría algo que, como simple posibilidad, es espantoso para una revolución que ha hecho de la corrupción de sus predecesores una de sus banderas políticas insustituibles. La mera sospecha de que en el corazón del sistema de justicia, en la fiscalía misma, pueden existir, ¿redes de extorsionistas, terrorismo judicial, tribus de abogados, políticos jueces y fiscales?, Dejan a la revolución como “más de lo mismo” de la “cloaca judicial” poblada de presuntas ratas agrupadas en “tribus judiciales” durante la “cuarta república”.

EL PODER Y LA INFLUENCIA



Pareciera no tener relación. Pero si vemos las causas. Lo que llama la atención sobre el presunto asesinato de Rafal Vidal. Es que el presunto asesino es señalado de un intento de asesinato aún peor. Del que, de ser realmente
culpable, habría quedado, hasta ahora, impune. Hace cuatro años, habría usado una camioneta modificada con cauchos gigantes, para pasar por encima de otro vehículo, en la misma vía en que muere Vidal, producto de la colisión. Llamativo que luego de destruir aquel vehículo, y herir gravemente a sus ocupantes, es señalado de “regresarse” y pasar por encima del vehículo nuevamente, a fin de rematar a sus victimas. El presunto aspirante a asesino múltiple, ha sido señalado como presunto contrabandista de vehículos. Sin detenernos a considerar la infinidad de violaciones a la Ley y Reglamento de transito terrestre. Y ni siquiera se le ha retirado la licencia de conducir.

Es cosa de los tribunales, determinar si todos estos alegatos son ciertos, y de serlo, castigar al criminal. Juzgar y condenar no es cosa de los medios de comunicación. Pero ciertamente llama para la reflexión el grado de impunidad de que habría disfrutado, hasta ahora, el acusado, de ser cierta, apenas una parte de los alegatos. Y llama más la atención que las presuntas amenazas de muerte contra los familiares de su victimas anteriores. Ocurriesen, según el abogado de los mismos, en las instalaciones de la Alcaldía de El Hatillo. La verdad es
que se señalan diversos delitos, con sistemática reincidencia. Desde faltas y delitos menores, en materia de transito, pasando por el contrabando, hasta el intento de asesinato múltiple, intimidación, lesiones. ¿Si los alegatos fueran todos ciertos? ¿Que tan extendida corrupción, local y nacional, ejecutiva y judicial, y de cuantos funcionarios malandros se requirió, en el abuso de poder, para que tal criminal reincidente, NO tuviese el menor castigo por alguno de sus múltiples delitos?

CONTROLAR EL PODER



Mientras no se elimine –o al menos reduzca a su mínima expresión- la acción gubernamental en las que no son sus funciones naturales. Mientras no se concentren los recursos del presupuesto en Policía, Tribunales y Cárceles. Lo que significa construir y dotar muchos más tribunales, cárceles y comisarías policiales. Y pagar mucho mejores sueldos a los funcionarios a cargo. Mientras no se responsabilice a las policías de reducir el delito, con cero tolerancia, hacia las faltas menores y la corrupción interna. Mientras no persiga la corrupción en el propio aparato judicial, como un objetivo de Estado, compartido plenamente por todas las parcialidades políticas. Mientras no se simplifiquen las leyes, para que sean generales y justas. Tendremos malandros sueltos, en todas las instancias. Los malandros deben ir a la cárcel por aquello de lo que sean culpables, como resultado de la eficiente y sistemática acción policial, tras un juicio justo y rápido de un sistema de justicia eficiente y eficaz. Y cumplir una pena proporcional al delito, en las condiciones de reclusión que garanticen que su única pena, sea la privación de la libertad, por el tiempo determinado. La impunidad es la muerte de la justicia. Hay que acabar con la impunidad del malandraje. Del malandro funcionario, y del malandro abogado, del malandro común y del malandro político, del malandro “niño rico” y del malandro “niño pobre”. Y también, -o mejor principalmente- con la impunidad del malandro que en lugar de prisionero, termina de “jefe de banda” dentro de cárceles incontroladas y hacinadas, con la complicidad de malandros “funcionarios”. Concentrar y limitar el poder, es la garantía del castigo al malandro, y la tranquilidad del ciudadano decente. Pero concentrar y limitar el poder, para que funcione la igualdad ante la Ley. Sólo es posible desechando en la basura todo el edifico jurídico positivista, junto con el aparato cultural, la propaganda y la estructura institucional, de todas las formas de socialismo, y de cualquier otra ideología servil. Hasta que entendamos eso. Viviremos en la la zozobra del malandraje desatado, Y aún entender y aplicar eso. Es sólo el principio.



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Estado rico, pueblo pobre: ¿Hacia dónde vamos por este camino?



La inflación dentro de un país se produce cuando los gobiernos, a través de los bancos centrales, emiten de manera irresponsable volúmenes excesivos de dinero. Al haber exceso de medios de pago (tamaño de la base monetaria) dentro de una economía los precios tienden a subir, ya que la cantidad de dinero en manos del público es muy superior a la cantidad de bienes y servicios que se pueden comprar con ese dinero.

CRECIMIENTO DEL PIB Y DE LA POBLACIÓN



Desde el año 1959 hasta el presente, Venezuela aumentó aproximadamente su población unas 4 veces. El ritmo de crecimiento demográfico durante ese período alcanzó un promedio de 3% interanual. Por su parte, en ese mismo lapso, el crecimiento nominal de la producción de bienes y servicios o Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó un promedio de 1,5% por año, sólo la mitad de lo que aumentó la población, es decir, que se incrementó apenas dos veces.

Si la población de una nación crece porcentualmente más que la cantidad de bienes y servicios que produce su economía, tal circunstancia indica que el crecimiento real del PIB ha sido negativo, ya que hay más gente pero se genera menos riqueza. Esto lleva a que cada vez los ciudadanos tengan menos, debido a que producen menos. En otras palabras, el tamaño de la torta se duplicó, pero los comensales se cuadruplicaron.

CRECIMIENTO DE LA MASA MONETARIA Y PIB



Otro dato fundamental que hay que tener en cuenta es, que desde finales de los 50 a esta fecha, las autoridades del BCV aumentaron en 2.880 veces la cantidad de monedas y billetes en manos del público y en unas 8 mil veces la oferta monetaria o la cantidad de dinero que circula en nuestra economía (dinero primario y dinero secundario, es decir la llamada liquidez ampliada), la cual ha llegado hoy a la cantidad de 45 billones de bolívares.

Estas cifras nos llevan a la siguiente conclusión: los venezolanos de hoyproducimos la mitad de los bienes y servicios (PIB) que producíamos a finales de la década de los 50, pero tenemos en este momento una cantidad de dinero, 6 mil veces mayor de la que teníamos en aquella época. En otras palabras, los ciudadanos de este país tienen ahora en su poder 8 mil veces más medios de pago de los que tenían hace 45 años, pero dentro de nuestra economía sólo se produce hoy la mitad de los bienes y servicios que se generaban hace casi 5 décadas atrás.

Esta realidad ha hecho que la moneda venezolana se haya depreciado hasta el día de hoy unas 700 veces (70.000%) con respecto al dólar, y como consecuencia de la inflación acumulada, los precios en ese período hayan aumentado 2 mil veces, pulverizando el ahorro interno, la inversión, la generación de empleos y la
capacidad de consumo de los ciudadanos del presente. Para comprar algo que en 1959 costaba un bolívar, se necesita ahora disponer de un promedio de 2.000 bolívares. En otras palabras tenemos en nuestro poder muchos bolívares que cada vez valen menos y con los cuales podemos adquirir cada vez menor cantidad de bienes y servicios.

ÍNDICE DE EMPOBRECIMIENTO REAL



Un aspecto interesante es señalar que si la población en las últimas cuatro décadas aumentó 4 veces, el PIB aumentó dos veces (crecimiento negativo) y la masa monetaria 8 mil veces, entonces los precios durante ese tiempo han debido aumentar unas 4 mil veces. Sin embargo, el costo de los bienes y servicios en Venezuela durante el mencionado lapso ha aumentado en promedio, tal y como ya dijimos, aproximadamente 2.000 veces. Los precios no se han incrementado todo lo que deberían, debido a la pérdida masiva de la capacidad de consumo de la población (caída de la demanda), lo que va constriñendo la inversión productiva y en consecuencia la generación de empleos. Este fenómeno es el que llaman los economistas el círculo de la pobreza (infraconsumo, desinversión y desempleo). Si los precios debieron aumentar 4.000 veces, pero en la realidad aumentaron 2.000 veces, la diferencia entre la primera cifra y la segunda, constituye el índice de empobrecimiento real de los venezolanos. En este caso estamos hablando de 50% de pérdida real neta de los ingresos económicos de cada ciudadano.

Otra forma de medir el proceso de empobrecimiento del que estamos hablando en función de la capacidad de compra de la moneda es, por ejemplo mediante el siguiente cálculo: Un peón de hacienda ganaba como sueldo diario 8 bolívares en 1959. En aquella época una arepa rellena costaba en cualquier arepera más o menos un bolívar. Con ese salario, el trabajador peor remunerado en la Venezuela de aquella época podía adquirir el equivalente a 8 arepas. En la actualidad, el salario mínimo ha aumentado a más 10.000 bolívares diarios, es decir unas 1.300 veces. Entre tanto el precio de una arepa rellena en cualquier arepera cuesta ahora alrededor de 3.500 bolívares. En otras palabras, hoy en el año 2005, con el ingreso mínimo un trabajador sólo puedo adquirir dos arepas y media aproximadamente. Entonces ,la pregunta es ¿Cuál debe ser el ingreso mínimo en la actualidad, para tener la capacidad adquisitiva que tenía el peor salario de un trabajador hace 45 años atrás? Echando números, para poder comprar 8 arepas rellenas diarias, tendría que ganar hoy al menos 900 mil bolívares mensuales. ¿Cuántas personas en Venezuela reciben ahora un ingreso
equivalente a esa cifra? Todos sabemos que el actual salario mínimo constituye sólo un tercio de esta cantidad y que los venezolanos que tienen ingresos equivalentes al salario mínimo, son más del 60% de la población laboralmente activa. No por casualidad en nuestro país la participación por habitante en el Producto Interno Bruto ha decrecido en aproximadamente un 40% en los últimos 28 años.

EL PROBLEMA ES EL ESTADO-GOBIERNO



Si damos un vistazo al presupuesto nacional del 2005, podremos entender el problema estructural en el que estamos metidos. El monto del ejercicio fiscal de este año asciende a unos 70 billones de bolívares. El primer presupuesto de Chávez, fue de unos 15 billones de bolívares. Durante los últimos 6 años el crecimiento del PIB ha sido equivalente a cero (0,2%). Si la población creció un 11% en ese lapso, tenemos que la participación por habitante en el PIB venezolano es alrededor de 12% menor a la de 1999. Es decir, nos hemos empobrecido, ya que producimos lo mismo que hace 6 años, pero somos más personas. Venezuela posee una torta que no ha visto aumentar su tamaño, pero que debe ser repartida entre muchos más
comensales.

Para poder solventar esta situación, el Estado- Gobierno ha apelado a las llamadas misiones. Un vasto sistema de subsidios, ayudas y financiamiento instrumentado a través de mecanismos que se han montado de forma paralela al sistema público regular. Esta maquinaria parainstitucional cohabita con la estructura funcional ordinaria del Estado venezolano, generando duplicidad de gastos e ineficiencia en la gestión de los siempre limitados recursos destinados a la labor social.

Se dice equivocadamente que la renta petrolera financia las misiones. Es fácilmente demostrable que tal cosa está lejos de ser cierta. A la hora de meter la lupa en el presupuesto vemos cómo más del 80% de los ingresos ordinarios del Gobierno se van en pagar el inmenso costo de una burocracia estatal que como ya vimos, no sirve para dispensar los servicios básicos de salud y educación, al punto que hubo de inventar las misiones. Otra sustancial parte de estos ingresos ordinarios, es decir, los que llegan vía renta petrolera y lo que recauda el Seniat (ISLR, IVA, IDB, impuestos aduaneros, etc) se utiliza en la cancelación del servicio de la deuda externa e interna. Cuando vemos bien, las misiones en el 2005 se financiarán con la adquisición de más deuda pública y con las llamadas utilidades cambiarias, es decir, recurriendo al expediente de incrementar irresponsablemente la oferta monetaria y con mayor devaluación, la cual ya está calculada en un 12% en el presupuesto de este año.

La verdad es que casi todo lo que pagamos en impuestos y lo que captura el Estado-Gobierno de nuestra cuota parte por concepto de ingreso petrolero, se gasta en financiar una adiposa burocracia oficial y en
subsidiar a la banca privada nacional e internacional
(deuda externa, bonos DPN y letras del tesoro). Los otros recursos salen de lo que constituye la más grosera transferencia de dinero desde los exhaustos
ciudadanos de este país al Estado venezolano por medio del perverso instrumento de la devaluación inflacionaria y de emisión de nueva deuda pública, la cual tendremos que servir los venezolanos del presente y las nuevas generaciones
con nuestro petróleo, más impuestos y nuevas devaluaciones de nuestra moneda. Este diabólico circuito económico se retroalimenta y opera así: a mayor gasto improductivo, mayor extracción de recursos a la sociedad, para seguir financiando el gasto estatal improductivo y para poder paliar en algo las demandas populares.

Mientras tanto la economía crece, como creció el año pasado, apuntalada en el gasto del Estado, lo cual sólo estimula el comercio, los servicios y el consumo, es decir los llamados bienes no transables, pero sin
estimular la generación de más riqueza material, sobre todo manufacturas, es decir los llamados bienes transables, que son los que generan empleo y crecimiento económico real y sostenido
. Es fácil adivinar a dónde vamos por este camino.




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Para enderezar a Venezuela: ¡Cada oveja con su pareja!



A los amigos que leen estas líneas me permito recordarles que según soplan los vientos el país continuará empobreciéndose sin que se vean reacciones para evitar semejantes resultados, salvo lo que individualmente pueda hacer uno mismo para revertir esta situación.

Vistas así las cosas por una parte el Presidente de la República prefiere hablar de otros asuntos cuando nuevamente anuncia un atentado contra su vida con la variante de que ahora señala a su homólogo estadounidense como el mentor intelectual del magnicidio anunciado.

Pero, desde otros lares diversos grupos de la oposición siguen dando muestras de su incapacidad para entender el origen de los graves problemas del país y mucho menos para solucionarlos cuando unos anuncian la intención de reagrupar fuerzas de la izquierda mientras que otros izquierdistas opositores intentan editar un nuevo capítulo de la fracasada Coordinadora.

A tal respecto es bueno recordar a quienes leen estas líneas que RESISTENCIA CIVIL no es una ensalada de letras y que no estamos dispuestos a servir de plataforma para nuevas burlas a la ciudadanía porque para eso creo que debe bastar con la lección aprendida en la extinta Coordinadora.

RESISTENCIA CIVIL nació hace cuatro años con el objetivo de brindar al país una plataforma que desde el poder político y social sirva –del verbo servir- de pivote, para que esta sociedad nuestra encuentre la la vía del progreso material como sustento a una vida espiritualmente mejor.

Es por ello que en el pasado intentamos, vanamente hay que reconocerlo, dar un giro distinto y desde la oposición a las políticas fracasadas que la izquierda viene aplicando en Venezuela casi desde el mismo instante en que muere Juan Vicente Gómez.

Para ello era necesario botar por la borda todo el andamiaje intelectual del estatismo en cada una de sus variantes, a los fines de dotar al pueblo venezolano de una mejor interpretación de la realidad que permita superarla. Esa interpretación sólo puede venir de la derecha o al menos de una clase de derecha popular que en Venezuela nunca ha ejercido el poder y que en
RESISTENCIA CIVIL intentamos agrupar.

NI LA NUEVA IZQUIERDA CHAVISTA NI LA VIEJA DE POMPEYO, TULIO, TEODORO Y LOS PUNTOFIJISTAS



Y cuando se habla de “botar por la borda” se entiende que hablamos de toda la izquierda porque quien conciba al mundo con esa ideología no podrá comenzar siquiera a resolver los problemas que en materia de pobreza acumulada han traído al país las políticas izquierdistas de la Cuarta y la Quinta república, sobre todo, aún cuando acepto que cuando el presidente Chávez fustiga a “la otra” derecha, la mercantilista y monopolista, tiene algo de razón, pero ese es otro cantar.

De manera que para enderezar a Venezuela un movimiento político que se respete y quiera servir para algo tiene que deslindar de toda la izquierda. De toda, de la puntofijista, la mediática y la revolucionaria.

Por deslindar no asistimos al insólito acto de presentación de una supuesta “nueva” izquierda opositora cuyos representantes que tomaron la palabra, cuatro según los diarios, sumaban unos trescientos años con Pompeyo Márquez a la cabeza.

Pero tampoco tiene para nosotros sentido asistir al nuevo intento de revivir una Coordinadora que aparentemente impulsa el abogado Tulio Alvarez.

Apartando que Alvarez ya estuvo en el gobierno durante la nefasta segunda elección del doctor Rafael Caldera, actuación en la cual Alvarez fue el arquitecto jurídico como abogado de Miraflores que urdió el robo que a los venezolanos comunes se nos hizo cuando manipulando desde los medios de comunicación crearon el clima para que una población, que no sabía lo que se estaba jugando, aplaudiera la intervención y nacionalización de gran parte de la banca. ¡Trágico error que entre otros pavimentó la llegada al poder de Hugo Chávez!

Esta nacionalización que se llevó a cabo bajo el explícito ideario de la izquierda, en este caso masista, chiripera y convergente, para solaz de los amigotes de los Caldera –entre ellos el propio Tulio Alvarez- y para desgracia de la población que pagó los robos de los políticos con inflación –el dólar “saltó” en los primeros cuatro meses de Caldera II de 100 por bolívar a 400- y con nuevos impuestos como el IVA y el IDB.

Como todos estos pegostes que rechazan razonar la solución y que solo piensan en aglomerar al último chavista que por cualquier motivo se baja del bando oficialista para hacer de él -o de ella- un nuevo héroe o heroína, son incapaces de solucionar los problemas del venezolano; y como en RESISTENCIA CIVIL nos negamos a servir de tontos útiles como ya lo hicimos en la extinta Coordinadora, anunciamos nuestro deslinde de los izquierdistas para poder crecer y servirle a Venezuela.

¿Qué hacer?



Respondiendo la clásica pregunta aclaramos para evitar desalientos.

En el país no hay polarización entre dos bandos.

Esa polarización entre dos solo existe entre la casta política, casta que en su mayoría profesa las ideas de la izquierda socialista y estatista y así se declaran cuando dicen ser de “centro izquierda” o de la “izquierda revolucionaria” o de la “izquierda radical” o de la “izquierda moderna” o de la “izquierda socialdemócrata” cuando no “socialcristiana”.

En Venezuela hay tres bandos más o menos iguales y por ello es un chantaje para estúpidos que a uno le hagan ver que si no se monta en el barco oficialista tiene que encaramarse en el de los izquierdistas de la casta politiquera que dejó en herencia el puntofijismo. Aquí hay tres categorías de venezolanos, me refiero a la gente de a pie porque en la casta politiquera si hay una polarización a dos.

El primer bando, el que “por ahora” detenta el poder, quizás sea el más articulado y es el de la izquierda que jefatura el presidente Hugo Chávez, mientras que el segundo bando izquierdista, últimamente muy golpeado, es el de la izquierda puntofijista; pero hay un tercer grupo de venezolanos que no creen ni en los unos ni en los otros y ese grupo es tan numeroso como los otros dos aunque por los momentos carezca de representación política e ideológica.

¡A ese grupo de venezolanos es a los que en principio pensamos que la oposición patriótica debe dirigirse!

Y dirigirse aclarando desde el principio que la solución viene de la derecha o al menos de una nueva derecha liberal y libertaria porque de la derecha mercantilista, acomodaticia y monopolista que se expresa muy bien en la directiva de Fedecamaras... tampoco puede venir nada bueno y noble como quedo bien claro en los tres días del infame Pedro Carmona Estanga.

Pero, antes de seguir avanzando respondo antes que salga un émulo de Don Luís Miquilena y nos pregunte ¿con qué se come eso?; como dijo el otrora favorito de Hugo Chávez refiriéndose a la sociedad civil.

Se come agrupando al tercer sector de la sociedad, lo cual implica deslindar como ya he dicho.

Deslindar obviamente con una casta politiquera que solo piensa en ella y que debido a ello profesan la única ideología que les permite apropiarse de lo que produce el trabajo y el esfuerzo de los demás, al obstaculizar precisamente el derecho a trabajar que todos tenemos; esa ideología es la de la izquierda.

Deslindar de la izquierda para enderezar un estado desbordado que impide la libre creación de riqueza.

Deslindar de la izquierda para liberar los mercados que actualmente están intervenidos para beneficio de la casta politiquera que actúa como gobierno de turno a todos los niveles porque los males existen desde la alcaldía y la sociedad, hasta el ministerio pasando por la gobernación.

Deslindar de las ideas izquierdistas para que la sociedad se separe del Estado y no sigamos pagando con impuestos las ONG´s, Fundaciones y demás inventos de cada chupóptero que buscando vivir a las costillas del trabajo de los demás pretende que sea el ministerio o la gobernación cuando no la alcaldía quien le pague oficina, teléfonos, viajes, comilonas y lo que se le ocurra bajo el pretexto de combatir la droga, organizar el deporte, enseñarnos a elegir y un largo rosario de etcéteras porque la picaresca criolla nunca para de inventar.

Para llevar a la práctica ese novedoso programa, al menos en el país, estamos abiertos a los actores nuevos o incontaminados que deseen lo mejor para Venezuela.

¡Pronto habrán noticias sobre esta Conferencia del Liberalismo Venezolano!




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jueves, febrero 24, 2005

Carlos Genatios tras los pasos de Luis Miquilena.



De nuevo la naturaleza en forma de lluvias copiosas y fuera de temporada se ensaña contra el territorio nacional y los habladores de tonterías no pelan el boche.

Filosofar a posteriori sobre el hecho para lanzar culpas sobre los antiguos camaradas me parece tan inútil como pudiera ser discutir las razones que hacen del tigre un animal peligroso. Inùtil porque por ese camino no vamos a arreglar nada en Venezuela.

Observo sin embargo algunas situaciones originadas a raíz de las últimas lluvias que merecen comentario aparte.

Por ejemplo la estupidez que a veces marcha aunada a la inteligencia humana.

En un país donde le dan explicaciones “políticas” hasta a las ciencias exactas no era de extrañar que en pleno desarrollo de la tragedia surgieran explicadores que andan en busca de votos y aprovechan la ocasión para culpar al adversario.

Me refiero por supuesto a los voceros gubernamentales que terminan sus declaraciones con el consabido “esto sucede desde hace mucho tiempo”, como si seis años no bastan para mejorar lo que se encontró en 1999; pero también señalo a los explicadores que desde posiciones opositoras tiñen con un matiz político la tragedia que desgració la vida de otros seres humanos.

A este respecto quiero dejar claro que quien escribe estas líneas no pretende ser un espécimen impoluto o ingenuo cuando propongo posturas éticas en la acción política.

Creo en la ètica pero estoy dispuesto a aceptar como “normal” que un actor político aproveche toda ocasión para vender la bondad de sus propuestas.

Lo que sucede es que algunos políticos parecen zamuros y no humanos cuando comienzan a buscar votos diciendo tonterías sin esperar siquiera que rescaten las víctimas.

Dejando de lado estas consideraciones hay sin embargo otro problema a resolver y es que para que Venezuela progrese en paz debe haber entre nosotros un gobierno con determinadas características y una oposición lo suficientemente capaz y honrada como para ver el mundo con una visión complementaria y diferente a la del gobierno que es la del estatismo izquierdista.

Una oposición que respete las ideas de los otros para poder exigir que le respeten las propias porque para eso está el marco de la Constitución.

En ese orden de ideas se puede decir que gobierno estatista y socialista existe en Venezuela, quien lo duda.

Lo que no hay es una alternativa opositora, honesta y seria porque desde ese universo somos pocos los que advertimos que el estatismo socialista no fomenta la producción de riqueza y que el principal problema que afecta nuestra sociedad es que llevamos al menos un cuarto de siglo haciéndonos más pobres cada año, situación que se ha acelerado en la última década.

La mayoría de los que aspiran, nuevos y viejos, a dirigir el país desde la acera opositora son tan estatistas como el comandante Hugo Chávez y no solo confunden a la gente sino que ofrecen soluciones que nunca van a conseguir lo que pregonan precisamente por ser estatistas y socialistas. ¡Ese es el principal problema de este momento!

Fijémonos por ejemplo en las declaraciones del ex ministro Carlos Genatios a quien supongo candidato a diputado, ahora estrenándose como opositor porque Luís Miquilena tiene relevos en los círculos de cierto tipo de oposición que es la que le gusta al comandante Chávez por escuálida y estúpida para decirlo en términos llanos.

El ingeniero Genatios, sin tocar el tema de la corrupción que sin duda signó el momento de repartir y cobrar los contratos de la anterior tragedia de Vargas, dice que ese estado se inunda por falta de obras hechas en concreto armado que supuestamente él habría previsto cuando estaba al frente de la reconstrucción.

Obras públicas que de concretarse pondrían a brincar en una pata a los contratistas revolucionarios –son los mismos que antes eran puntofijistas, nada ha cambiado-, porque Genatios no habla para nada de inversiones privadas.

Ja, ja, ja y ja.

Respeto al ingeniero Genatios pero no al político que habla tonterías.

Para Venezuela màs importante que el concreto armado serìa cambiar las relaciones entre el Estado y la sociedad para dar libertad y que la gente pueda prosperar si asì lo desea, con la fuerza de su trabajo, de su ingeniosidad, sin las trabas estatistas que en el paìs impusieron los polìticos puntofijistas y ahora refuerzan los nuevos amos del estado, incluyendo gente benintencionada pero profundamente equivocada como el ingeniero carlos Genatios que ahora parece abandonar el barco oficialista.

EL CONCRETO ARMADO SEGÚN GENATIOS



El ingeniero Genatios no es el primero ni será el último político en servir de portavoz de los intereses del concreto armado. Ese es su problema y no el nuestro.

Lo que nos incumbe como liberales y como venezolanos molientes es que Genatios presume que si le hubieran hecho caso la tragedia no habría ocurrido.

Nuevamente ja, ja, ja y ja.

Olvida el colega que la última vaguada, para decirlo en términos actuales, no solo atacó a Vargas donde supuestamente no le hicieron caso a las recomendaciones de Carlos Genatios sino que causó daños en al menos otras diez entidades federales.

¿Qué pretende Carlos Genatios, que le contraten para “resolver” los problemas en el resto del país?

¿Cuál es el nombre del ingeniero al que no le hicieron caso en Carabobo, Yaracuy, Falcón, Miranda?

A nuestro modo de ver las cosas Carlos Genatios es otro estatista ahora resentido porque por razones que no nos interesan ha sido alejado del poder.

Sigue los pasos de Miquilena y el sector escuálido de la oposición no tardará en recibirle con los brazos abiertos como hicieron con Miquilena, Rosendo y el general Salazar, quienes por cierto salieron rozados por la corrupción que rodeo el pago de los contratos que se dieron para reparar en Vargas lo que dañaron las lluvias en 1999.

Eso tampoco es problema nuestro porque hay libertad para apoyar hasta al propio Chávez si por alguna razón se pasa a “la oposición”.

En ese sentido todos son libres hasta para cometer estupideces que beneficien al gobierno.

Lo nuestro es decir que el estatismo socialista –como el de Hugo Chávez o el de los puntofijistas o el de Genatios- nunca solucionará los problemas que causa la naturaleza porque para eso se necesitan recursos que no se crean sino con un sano capitalismo liberal que nunca ha existido en Venezuela debido, entre otras cosas, a que grupos mafiosos que unen los intereses de politicastros y monopolistas no lo han permitido.

El Estado actúo en esta tragedia lo mejor que pudo pero un pueblo empobrecido nunca podrá pagarse sus propios seguros privados para mitigar la desgracia y contra esa condición –la del empobrecimiento- no sirven las recetas estatistas.

Para crear riqueza solo sirve un programa liberal.

Así las cosas.



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La colonización cultural de la izquierda venezolana



Si uno a finales de la década de los 70 y principios de los 80 se metía en un botiquín de pueblo en alguna recóndita localidad interiorana de Venezuela, se encontraría seguramente con una rockola que contendría temas de Felipe Pirela, Julio Jaramillo, Pedro Infante, Juan Vicente Torrealba y del Carrao de Palmarito. Pero en esa misma estridente caja musical, muy seguramente también encontraría una canción de Alí Primera. Tal cosa así, fácil es sospechar que los mensajes contenidos en los temas del cantautor paraguanero llegarían algún día muy lejos en la vida y en la política venezolanas.

Antonio Gramsci, ese formidable intelectual y filósofo italiano de corriente marxista, llamó la atención en su tiempo sobre la importancia de destacar la superioridad moral e intelectual de la revolución proletaria, por lo que a su juicio la toma del poder cultural precedía y era más importante que la toma del poder político. En esos mismos años, durante las primeras décadas del Siglo XX, precisamente antes del ascenso del fascismo en Europa, la Escuela de Frankfurt, de la mano de pensadores marxistas como Herbert Marcuse, Theodoro Adorno y Max Horkheimer, acuñaron el término de "industria cultural", con lo cual describían y caracterizaban toda la maquinaria ideológica que representaban los medios de comunicación social de la época, radio, cine, libros, prensa y arte, como un instrumento formidable de dominación a través de la siembra de valores, conceptos y visiones del mundo en la conciencia de las personas.

La toma del poder cultural, tal y como lo formulara Gramsci, se produjo sistemáticamente por parte de la izquierda venezolana desde hace bastantes décadas. La colonización de las universidades públicas, de los medios académicos, de la literatura y los nichos intelectuales, de la cinematografía y luego, el arma más poderosa, de la producción de los contenidos de novelas de televisión o las telenovelas, terminaron por enseñorear la cosmogonía de la izquierda política marxista en la mente de millones de venezolanos. Si la tremendamente eficaz forma de crear modelajes y estereotipos que permitieron las telenovelas se pusieron en manos de conspicuos intelectuales de tendencia izquierdista como José Ignacio Cabrujas (La Señora de Cárdenas), Ibsen Martínez ("Por estas calles"), Julio César Mármol ("La Dueña"), Román Chalbaud ("La Hija de Juana Peña"), entre otros, lo más seguro es que las toneladas de ideología que en horario estelar se lanzaban a los segmentos populares del país, tenían que finalmente tener un impacto y un éxito significativo para abonarle el terreno a la aparición del primer gran ensayo político neocomunista que se está operando en el mundo, luego de la caída del Muro de Berlín y el fracaso de la Unión Soviética, precisamente aquí en Venezuela, bajo el liderazgo de Hugo Chávez.

La izquierda venezolana tomó primero el poder cultural del país. Sólo faltaba esperar pacientemente a que apareciera el líder adecuado en el momento adecuado. Eso ocurrió la mañana del 4 de febrero de 1992. La colonización de los ámbitos del conocimiento y del mundo intelectual por parte del pensamiento de izquierda, no tardaron en permear a las Fuerzas Armadas Nacionales. De esos polvos vienen estos lodos.

Un amigo, Alberto Mansueti, una vez me dijo que la izquierda en Venezuela era tan vasta que no toda ella medraba del gobierno, porque no cabían todos en el presupuesto. Algo parecido ocurre ahora, lo cual en buena medida explica el rotundo fracaso de la llamada Coordinadora Democrática, la cual no representaba otra cosa que esa parte de la izquierda nacional que no encontraba lugar en la nómina del Estado.

Como decía antes, en Venezuela y entre otras cosas al sobreingreso fiscal petrolero, se está desarrollando un experimento político postmoderno que intenta relanzar el ideario marxista, que, bajo un nuevo cuño y tal vez más virulento, ensaya la puesta en marcha de una nueva revolución mundial promoviendo el indigenismo, el ecologismo, el odio al capital y el antinorteamericanismo. El líder fundamental de ese proceso en Venezuela y quizás en el mundo, es Hugo Chávez. De esos no tengamos la menor duda.

Para enfrentar este aluvión ideológico que penetró como una tromba en la cultura nacional y se instaló hasta en el ADN de una enorme porción de venezolanos, hay que, sin duda, lanzar una contracultura, un modelo civilizatorio que antagonice con el que encarna Chávez. Cualquiera otra cosa que trate de rivalizar con Chávez que tenga algún tufillo izquierdista, tropezará muy posiblemente con una granítica pared y estará condenada al fracaso. La tapa del frasco del pensamiento de esta neocomunista es el señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

A Chávez, hay que tratarlo como lo que es, el gran líder y la más genuina expresión de la izquierda venezolana y desde luego de esa cultura que durante décadas colonizó a nuestra sociedad. Otra versión política de lo mismo, no será más que una copia, y frente a ella, para los que comulgan con este ideario, siempre será preferible buscar el original.




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lunes, febrero 21, 2005

La reforma monetaria para abatir la inflación



El Banco Central de Venezuela (BCV) es una de las instituciones que más atenta contra los prospectos de superación socio-económica de las clases pobres de la población. El atentado se perpetra día a día, a medida que el monopolio del dinero erosiona el poder adquisitivo de la moneda que los venezolanos están obligados a utilizar por ley. Para tener una idea del poder destructivo del BCV, basta con darle una mirada al comportamiento histórico del índice de precios al consumidor (IPC) del área metropolitana de Caracas, el cual da una idea bastante rudimentaria del poder adquisitivo del Bolívar. Entre diciembre de 1980 y dieciembre de 2004, el IPC pasó de 0,72447 a 459,65073, lo cual representa un aumento del 63.346%. En términos simples lo que esto quiere decir es que lo que 1980 se podía comprar por tres reales, hoy lo tendremos que pagar con cerca de 500 Bs. La culpa de semejante robo contínuo es cargada usualmente por la clase política en los "especuladores" y últimamente se ha puesto de moda culpar a los "golpistas".

¿Cómo podemos erradicar definitivamente esa enfermedad económica que nos carcome llamada inflación?

El problema fundamental del que han sufrido todos los intentos por eliminar la inflación del panorama económico venezolano, es que ninguno de ellos ha tratado la raíz del problema. Se han intentado controles de cambio, regímenes de cambio preferencial, controles de precios, subsisdios, etc. Todos los métodos han fallado miserablemente, y miserable han hecho a una buena parte de la población venezolana.

Y entonces, ¿Cuál es la causa de la inflación? Toda persona más o menos razonable estará de acuerdo que en general los monopolios son dañinos. Una entidad con el poder de eliminar toda competencia y monopolizar el suministro de un bien o servicio estará en la capacidad de hacer lo que le dé la gana con los usuarios de dicho servicio. Pues bien, resulta que la emisión de dinero en Venezuela es un monopolio ejercido por el BCV. Ninguna persona o compañía puede emitir "especies monetarias"1, por lo cual el monopolista del caso, ha hecho y seguirá haciendo lo que le dé la gana con sus usuarios. Por ejemplo, entre marzo de 1999 y noviembre de 2004, la oferta monetaria (medida por el agregado M3), es decir, la cantidad de dinero en circulación en todo el país, aumentó de 10,1 a 43,1 billones de bolívares (326%). Mientras que la producción, medida por el PIB, ha crecido entre 1999 y 2004 apenas 5,79% (de 39,5 a 41,8 billones de Bs de 1997). De manera que tenemos 300% más billetes para comprar 6% más bienes y servicios. El efecto, de anteojito, será un incremento de los precios. ¿Cómo es posible que el banco central imprima semejantes cantidades de dinero? La razón es muy sencilla: el costo del pedazo de papel que utilizamos como billetes es insignificante. Lo único que necesita el banco central es una buena impresora y con ella puede emitir tantos billetes como quiera, el cielo es el límite.

Conocida la causa, la solución aparece clara como el agua: Eliminar el monopolio que nos tiene subyugados. Durante varios siglos, todos los países del mundo se manejaron sin contratiempos en ausencia de bancos centrales y monedas de curso legal. En particular, durante buena parte del siglo XIX la mayoría de los países tenían un sistema monetario conocido como el patrón oro, bajo el cual la cantidad de dinero en circulación está respaldada cien por ciento todo el tiempo por una cantidad definida de oro. El banco central dejaría de existir y los bancos comerciales serían libres para emitir su propio dinero (como por muchos lo hicieron) en forma de papel moneda o inclusive acuñar metálico, monedas de oro y plata, o cualquier otra denominación que sus clientes encontrasen de utilidad. ¿Pero no sería un caos total tener diferentes tipos de dineros, uno por cada banco, circulando uno al lado del otro? Pues no. De hecho, entre 1918 y 1939 el bolívar estaba definido como 290 miligramos de oro (.900) y los bancos comerciales podían emitir sus propios billetes con la condición que estos fueran intercambiables por el equivalente en oro al instante. Por eso es que los billetes dicen "pagaderos al portador en las oficinas del banco". Claro que hoy en día esa frase no es más que una reliquia, puesto que ¿en qué te van a pagar los bolívares que llevas al banco? ¡Ni si quiera en dólares! Te los pagan en los mismos bolívares.

A diferencia del papel, producir oro (o plata, o platino, si se quiere) no es una tarea trivial, debido a varias causas, en particular su relativa escasez. Allí está el freno que se le impondría a la inflación. Ya que sería un delito para los bancos emitir más billetes que los que sus reservas de oro les permitirían, la única forma de aumentar la oferta monetaria sería a través de un incremento en la producción de oro. Y eso no es algo que suceda apretando un botón en una sala del Banco Central.

Para retornar a un sistema de reserva 100% (uno en que todo el circulante está respaldado) basado en el patrón oro, el Banco Central sería eliminado, no sin antes cumplir una última tarea. Actualmente el BCV posee un total de 5100 millones de US$ en oro monetario (monedas y lingotes). Además posee 24.651 millones de US$ en las llamadas "reservas internacionales". Cómo penúltimo acto de su vida perversa, el BCV compraría en el mercado el oro equivalente a las reservas internacionales, que junto con el oro que posee actualmente y al precio actual de 425 US$/Oz, haría un total de 70 millones de Onzas troy (la Onza troy es la unidad de masa estándar en el comercio de oro y equivale a 31,10 g) o lo que es lo mismo que 2.177 toneladas de oro. Tomando en cuenta que el total del circulante es aproximadamente 41,8 billones de bolívares, la nueva definición del bolívar sería alrededor de 19.200 Bs por gramo de oro.

Los bancos comerciales tendrían un período de tiempo -digamos 6 meses- para aumentar sus reservas del actual 15% exigido, hasta el 100%; lo cual quiere decir que todos sus depósitos estarán respaldados en efectivo, contante y sonante, al final de dichos seis meses, momento en el cual el BCV cambiará por el oro en sus reservas todo el efectivo que los bancos comerciales tienen en las suyas. Esa será la muerte del BCV.

A partir de ese día, los bancos serán libres para emitir sus propio billetes y monedas de oro o plata, con la condición expresa que aquellos sean siempre redimibles en oro instantáneamente "en las oficinas del banco".

Con el sistema bancario atado rigurosamente a la condición de convertibilidad inmediata y eliminada la fuente primigenia de la inflación, el BCV, la oferta monetaria se estabilizaría. La definición del bolívar en términos de una determinada masa de oro le daría extraordinaria robustez a nuestro signo monetario. Nos convertiríamos en la Suiza de América. Los inversionistas internacionales buscarían a Venezuela como un paraíso monetario excento de uno de los impuestos más perniciosos inventados por el hombre: la inflación. En el terreno doméstico, después de un tiempo los precios de los productos dejarían de subir perennemente, como lo hacen actualmente y como estamos acostumbrados a que lo hagan, y debido al aumento de la productividad derivado del aumento de las inversiones de capital que el cambio generaría, seguramente comenzaríamos a disfrutar del derecho olvidado que un verdadero sistema capitalista nos garantiza, nuestro derecho a la deflación.

En el terreno gubernamental, la incapacidad de inflar la oferta monetaria -una fuente fácil de fondos para financiar el gasto público- haría que la política fiscal del gobierno central y local deba ser obligatoriamente una de austeridad. Desde el momento en que la reforma entre en vigencia, la única forma que tendría el gobierno para recaudar ingresos sería a través del aumento de los impuestos, una medidad que generalmente goza de poca popularidad entre los contribuyentes. En consecuencia el saqueo contínuo al que se ve sometido el sector privado de la economía se enfrentaría con una restricción seria, resultando tal restricción del gasto público en mayor inversión privada, generación de empleo y prosperidad general.

Desde luego que quien escribe no se hace ilusiones, quizás pasarán muchos años antes que veamos en efecto una reforma verdaderamente radical como la que propongo. Nadie ha dicho que será fácil. Muchos intereses económicos seráin trastocados por tal revolución. En general los más beneficiados por el proceso inflacionario son los bancos y sus asociados más cercanos, quienes reciben de primera mano el crédito fácil generado por el BCV. Luego tenemos a los contratistas del Estado, siempre listos para promocionar grandilocuentes obras públicas, cuyo financiamiento proviene de los impuestos pagados por los ciudadanos y no pocas veces de la inflación. Después tenemos a todos aquellos que compran bonos de deuda del gobierno, los cuales son pagados casi siempre en última instancia por la inflación. La capacidad de un gobierno que no puede inflar la oferta monetaria de pedir prestado en el mercado se ve severamente afectada, ya que este no puede garantizar absolutamente que en el futuro será capaz de pagar lo que pidió y sus intereses. De hecho, si no fuese por la magia negra de la inflación, la mayoría de los gobiernos del mundo estaría en quiebra, por lo que todos los tenedores de bonos tienen un interés personal muy fuerte en que el gobierno sea capaz de imprimir billetes con los cuales les pague lo que les debe. Finalmente en la lista de beneficiarios de la inflación tenemos a los políticos. La inflación monetaria les permite prometer al pueblo esquemas grandiosos de revoluciones y para la construcción del paraíso en la Tierra; el dinero fácil les da el poder de erigir gigantescas obras públicas y beneficiar a sus amigos contratistas y banqueros, quienes en agradecimiento, ofrecen sus favores en el financiamiento de las campañas electorales.

Como vemos, los enemigos son poderosos y no van a aflojar esa manguangua así de fácil. A pesar de ellos, el punto álgido del problema, el detalle por así decirlo, es que los grandes afectados por el cáncer de la inflación son las mayorías depauperadas del pueblo y los contribuyentes, quienes sin excepción terminan pagando la cuenta de los políticos y sus proyectos mesiánicos. Todos aquellos sin conexiones políticas, sin amigos en el departamento de crédito del banco. Los pensionados y asalariados, quienes ven los precios subir y subir, mientras sus ingresos se mantienen constantes. Los jóvenes, luchando por ahorrar y viendo que la inflación se traga los escuálidos intereses que pagan los bancos. Todos ellos son nuestros aliados en esta lucha frontal contra el poder y a ellos es que debemos dirigirnos si es que tenemos alguna esperanza de cambiar las cosas.

Mientras tanto, mientras la gran mayoría de la población no ha sido alertada de la gran mentira en la que viven contínuamente, hay cosas que se pueden hacer. En los EE.UU, por ejemplo, existe un movimiento para la abolición de la Reserva Federal (el banco central de ellos) y existe una moneda alternativa, de plata y oro, basada en el mismo principio que aquí hemos explicado. El Liberty Dollar tiene como objetivo proporcionar una solución al problema de la inflación Estados Unidos y su lema es: deja de usar su dinero y comienza a usar el LibertyDollar. Recuperemos el valor de nuestro país, un dólar a la vez. Desde luego, allá en el norte, el gobierno no se ha vuelto todavía tan tirano como un poco más al sur. Allá cualquier persona puede usar cualquier moneda, extranjera o nacional de su preferencia. Claro, para ello tiene que convencer a su socio en la transacción de usar una moneda enteramente diferente. Pequeño detallle, pero según LibertyDollar.org en seis años de existencia han conseguido más de 100.000 clientes y tienen más de 5 millones de dólares en circulación. En un país más pequeño como el nuestro, las oportunidades de lograr algo por esa vía serían más grandes, menos gente a quien convencer. Otras soluciones están actualmente en funcionamiento y proveen una moneda basada y respaldada por oro 100% en cada momento, como medio de pago electrónico a través de internet y en consecuencia, hacia y desde cualquier parte del mundo. Ejemplos de este tipo de servicio son e-gold y GoldMoney, a través de los cuales el usuario puede comprar oro y utilizarlo como medio de pago en sus transacciones con otros afiliados, teniendo siempre la seguridad que su dinero es dinero a prueba de inflación, insoluble en ése ácido que muy bien sabe producir el BCV.

Ciertamente una revolución del tipo del que somos partidarios aquí, es una revolución que debe surgir desde adentro hacia afuera, desde abajo hacia arriba y no de manera impuesta verticalmente desde arriba como la actual revolcuión de pacotilla. Esquemas como horizoantales y descentralizados Liberty Dollar, e-gold y GoldMoney son los primeros pasos de este largo y tortuoso camino hacia la verdadera independencia monetaria.


  1. Véase el capítulo VII de la Ley del BCV






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lunes, febrero 07, 2005

No nos engañen,
lo más sensato sería disolver la CTV...

Cómo cambian los tiempos!

Las elecciones de la CTV están a la vuelta de la esquina y nadie se entera.

Mejor dicho, casi nadie, porque hay pugnas soterradas y en eso las cosas siguen como de costumbre.

En el oficialismo de antemano se suponen ganadores en una elección en la que solo votan los empleados públicos de ministerios, alcaldías y gobernaciones ahora controladas por los seguidores de Hugo.


Por eso el activismo de los sindicalistas rojos se limita a recorrer las instituciones del estado a lo largo y ancho del país sin armar alharaca a sabiendas que no son decisivas las simpatías que desaten los dirigentes sino el dedo presidencial que unje candidatos.

En esas giras los oradores escuchan quejas de empleados del estado que se limitan a poner de relieve los robos y cambios de fortuna que afectan a muchos de los sindicalistas afectos al “proceso”.

Si el ladrón pillado es del grupo que organiza la asamblea los denunciantes pierden el tiempo porque en eso todo sigue igual y lo que entra por una oreja sigue su camino por la otra.

Por el contrario, si el choro no está cuadrado con la corriente que organiza el sarao entonces la denuncia pasa a Caracas, que para algo volvimos al centralismo, en la esperanza de que el jefe mayor se la comente al Comandante.

¡Vanas ilusiones!

A Hugo Chàvez los seguidores le temen y ni de vaina le hablan de corrupción no vaya a ser que los mire raro.

Además el Presidente sabe que “por ahora” las elecciones de la CTV las ganará cualquiera que sea su designado.

Quienes por el contrario aparentan ignorar este hecho decisivo son los restos de la Cuarta república que hacen vida sindical y se pelean como los borrachitos al amanecer por los restos de una botella medio vacía.



PELEA INUTIL

El ingeniero Alfredo Ramos, cachilapeando el estribillo de Claudio Fermín cuando era adeco, venía señalando que las elecciones de la CTV deben ser “por la base”.

Manuel Coba más tradicional prefiere ajustarse a los estatutos esperando que lo salve ese alumno de Alfaro Ucero que se llama Lewis Pérez.

El abogado y empleado del recién creado Ministerio de la Vivienda, Christian Chirinos, se limita a sonreír ante las cámaras de la TV cuando ofrece ilusiones demagogas como incluir mediante ley a los buhoneros en una seguridad social que no existe en Venezuela porque las leyes ahogan todo intento de poner en manos de la sociedad lo que tan mal ha administrado el estado; y también porque desde la propia CTV y desde hace mucho tiempo los sindicalistas contribuyeron a desvalijar todo lo que huela a seguridad de los asalariados.

¡Que alguien le explique al tinterillo que en la actualidad hasta un desempleado puede cotizar en el IVSS y que si los buhoneros no lo hacen es porque no son pendejos para pagar por un servicio malo que encima no se lo niegan a los que no pagan o ni siquiera están inscritos!

Para hablar en serio Ramos, Coba y Chirinos deberían señalar que la CTV es un cascarón vacío.

Un símbolo de la corrupción pasada al que le quiere hincar el diente la actual corrupción.

Un chaleco salvavidas para quienes se plegaron a un paro patronal y no fueron capaces de parar un solo sindicato de los que supuestamente tienen afiliados.



UN PLAN PARA SALVAR LOS COBRES

El problema estriba en que a la CTV aún desvencijada le quedan haberes como a las compañías quebradas.

Los sindicalistas de la Cuarta saben perfectamente que desde hace años no representan a los trabajadores.

Que menos pueden representar a los millones de asalariados sin trabajo que existen en la actualidad.

No lo pueden hacer porque han avalado las políticas estatistas de los gobiernos del pasado y las de este gobierno también que son las que pavimentaron este desastre económico en el que estamos sumergidos los venezolanos.

¿En que se diferencian las peticiones demagogas de aumento salarial –lo único que pueden ofrecer este tipo de sindicalistas- del MVR o de AD, Causa R o Primero Justicia?

¡En nada, peor para la Cuarta porque ahora es el gobierno quien en definitiva puede premiar a unos y castigar a otros!

Bien, pero si el problema de los señores Coba, Ramos o Chirinos estriba en el acceso a oficinas en un edificio o la administración de unos balnearios y el consabido viajecito a Suiza, entonces debemos exigirles que no engañen al país presentándose como “representantes de la oposición” porque no lo son sino de ellos mismos y de sus propios intereses y bajo tal cognomento es que van a perder por paliza estas elecciones

Pero, como buen cristiano uno debe creer en la posibilidad de redención y aquí les presento un plan para que terminen sus vidas decorosamente a lo cual creo que tienen derecho.

Primero que se limpien de culpas disolviendo la CTV como símbolo fracasado de un pasado corrupto.

Segundo que hagan como los matrimonios fracasados: ¡Que repartan los bienes!

Eso si, equitativamente –me ofrezco como Juez de Paz mediador- entre varias fundaciones que de ahora en adelante se dedicarán a estudiar los problemas del desempleo que ellos mismos fomentaron!

Solo así pueden salvar el edificio, los balnearios y una que otra pizarra, silla o vajilla, aparte de lo que no se pudo llevar al exterior el compañero Carlos Ortega.

Y que los chavistas formen con reales del estado otra central similar a esta vieja CTV que ahora colapsa ahogada en su propia corrupciòn e inoperancia.

Tienen una excusa creíble y es que desde su fundación y hay escritos de Carlos Marx en ese sentido, los sindicatos lucharon por estar separados del estado y de la oligarquía.

Bien, para finalizar, de la oligarquía ya no pueden separarse los sindicalistas de la CTV porque con ella se aliaron durante el paro, pero pueden disolver la vieja central aduciendo injerencia impropia del estado por vía del CNE.

¡Es la salida más honorable!


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La inmoralidad de la izquierda:
Del involuntario síndrome de Estocolmo al voluntario efecto Manjon

Como destacable sección de la cloaca moral del socialismo, la izquierda española ha desarrollado una estratégica ambivalencia evidentemente favorable hacia la banda terrorista ETA, en su propio suelo, y al grueso de sus pares terroristas del resto del mundo. No es pues extraño que el neo-izquierdismo llegara al poder en España gracias a la triste combinación del terrorismo islámico con la zapa moral de décadas de propaganda del casi absoluto control totalitario que ejerce la izquierda sobre el poder cultural en occidente para impulsar su “pensamiento único” re-barbarizador.


Se podría decir que Zapatero le debe la jefatura del gobierno, por artes iguales, a terroristas como Bin Laden, académicos como Paces Barba, y comunicadores como Polanco. Tendrá más dificultades el neo-izquierdismo en España, donde no disfruta de la inexistencia de una derecha política organizada y efectiva, como disfruta el chavismo en Venezuela.



Empezando por la evidente repugnancia que producen en numerosas victimas del terrorismo las políticas de justificación ideológica, tolerancia política y descargo judicial, mayoritarias en las izquierdas españolas para la banda terrorista ETA, junto con el apoyo, y la protección, que notorios criminales de la misma han recibido de gobiernos que van de la socialdemocracia adeca venezolana, al totalitarismo comunista del dictador vitalicio de la Habana, son razones más que suficientes, para que buena parte de las perseguidas victimas del terrorismo en España, tiendan a deslizarse políticamente hacia la derecha... O hacia la esquizofrenia. Algo que a las izquierdas españolas le resulta tan indigesto, que se han inventado recientemente su asociación de “afectados” del terrorismo “políticamente correctos”. Una asociación oficialista promovida y apoyada desde el poder.



Ya a principios de los noventa, la socialista Matilde Fernández había escamoteado a las víctimas de terrorismo agrupadas la ayuda del Estado con el argumento extrañísimo de que no se trataba de un asunto de interés general. Y el neo-izquierdista Zapatero, se inventó un cargo potencialmente prometedor: Alto Comisionado de Apoyo a las Victimas del Terrorismo. Pero.. Empleó el acta del primer nombramiento a los mismos efectos del papel sanitario, al seleccionar Comisionado al mismo Peces Barba que desde 1962, durante el autoritarismo dictatorial franquista, fue defensor en numerosos juicios ante el desaparecido Tribunal de Orden Público y en consejos de guerra, entre ellos, el Proceso de Burgos, en 1970, donde actuó como defensor del terrorista Víctor Aranda. Que todo acusado tiene derecho a la defensa, y a un proceso más claro que aquellos, es cierto; pero pretender que el valiente y esforzado defensor de los asesinos, resulte... a voluntad del gobierno, el apoyo de las victimas, es política y moralmente, una grosería inaceptable.



No pueden soportar 60 mil manifestatntes realmente espontáneos en Madrid por la dignidad y contra el terrorismo, en lo que entienden que pueda ser el principio del fin de una evidente manipulación repugnante del atentado del 11-M. Ahí contaron con el efecto destructivo que sobre la capacidad de razonamiento y la fibra moral de occidente han ejercido sus relativismos morales, propagadas desde su control totalitario del poder cultural. Ahí contaron con justificar ideológicamente al terrorista, no como un criminal, sino como el resultado de las políticas que contra tales criminales deleznables, dentro y fuera de su territorio, ejerciera, con mayor o menor acierto estratégico, un gobierno español.

El culpable del crimen, para tales desechos morales indignos de ser considerados personas, no es el criminal, sino el policía que lo persigue. Y eso, cuando no culpan directamente a la victima. Así, quienes han intentado acorralar, descalificar y perseguir a las victimas del terrorismo en España, se inventan hoy una asociación de “afectados”, que les sean “afectos” para oponerla a la Asociación de Victimas del Terrorismo, AVT . Pilar Manjón, tan madre de un joven asesinado por el terrorismo islámico, como decidida y disciplinada militante izquierdista, se ocupa voluntaria y conscientemente de “justificar” a los asesinos de su propio hijo al “culpabilizar” menos a los criminales que a la política exterior anti-terrorista.



Pero eso fue apenas el principio. Como nueva versión ideológica del Síndrome de Estocolmo, patología sicológica involuntaria, por la que las victimas del secuestro se “solidarizan” con sus secuestradores, pero sin necesidad de cautiverio alguno, vemos una “ultra” victima en inmediata y voluntaria oposición política a las victimas de todo terrorismo que no sea capitalizable para su repugnante ideología. Tarde o temprano, tendremos a la Doña Pilar Manjón, en los discursos y las tribunas y saraos internacionales del neo-izquierdismo que se pagan con cargo al presupuesto público venezolano.



Los mismos que se congratulaban cuando sus “muchachos” lanzaban bombas molotov contra las sedes del Partido Popular, los que justificaron asedios y agresiones contra personas y propiedades. Los que ven la “espontaneidad” del delito como más que suficiente descargo para que no se le investigue ni condene. Los padres de la impunidad de sus bandas de malandros callejeros desatados, que son los mismos que se precian de amigos y defensores del terrorismo en suelo propio y ajeno, y del totalitarismo... En tanto sea de su bando. Aprovechan el ínfimo (y esta vez verdaderamente espontáneo) jaloneo de un ministro "de pantalla" como José Bono, que llega como provocador a una manifestación de las victimas del terrorismo, rodeado de cámaras y fotógrafos del propio gobierno, para atreverse a “equiparar” cuatro gritos y dos jalones, con el tiro en la nuca de las verdaderas victimas, en su ridículo papel de “mártir”. Los mismos de la que ha transformado el cadáver de su propia sangre en la esperada y ansiada arma del neo-izquierdismo español contra la molesta Asociación de Victimas del Terrorismo, AVT. La verdad empieza a notarse con la detención ilegal por la policía de dos militantes del PP, fotografiados entre más de cincuenta personas, en los alrededores del jaloneado ministro. Primer paso para amedrentar a cualquiera que no obedezca servilmente al coro neo-izquierdista, por medio de una represión política que sólo puede sustentarse en el recurrente, abuso de poder, policial y judicial, contra la derecha española por un neo-izquierdismo que entiende que no es al incapaz "escualidaje" venezolano al que tendrá que enfrentar, más temprano que tarde, en las urnas electorales.



Peces-Barba, tras reunirse con los representantes de la Asociación de Victimas del Terrorismo , destacó que les había pedido que “ayuden a desvincular los fines y objetivos de la asociación de los fines y objetivos partidistas”. Por la tarde, después de entrevistarse con el Alto Comisionado, Pilar Manjón aseguró que a ellos (la obviamente oficialista asociación de afectados, no de cualquier terrorismo, sino del que permitió la victoria electoral de ZP, única y exclusivamente) Peces-Barba no les había hecho tal petición. Por el contrario, el Alto Comisionado afirmó que sí lo había hecho, pero es no es difícil saber que quien miente en este caso, no es la menos experimentada en tales imposturas, sino el viejo académico izquierdista. Nadie se creé que todo un “Alto Comisionado” como Peces Barba, fuera a pedir despartidizar a la recién montada asociación de victimas de SU partido. El sólo ver que hay más victimas del atentado del 11-M en la AVT, que en la oficialista, quintacolumnista y esquirol, asociación dirigida por la señora Manjón, es como si hubieran vuelto a asesinar a Gregorio Ordóñez, y a Alberto Jiménez Becerril, y tras años de persecución izquierdista solapada a las victimas sobrevivientes, que han mantenido su memoria, nuevamente les intentan dar el tiro en la nuca de la memoria. Y a los mismos que aún sufren el dolor de aquellos asesinatos, los que mantienen la dignidad de su memoria, los descalifican, persiguen y intentan dividir y desarticular con maniobras de “inteligencia” del tipo debería estar utilizando contra quienes apoyan al terrorismo.



Entender que la lucha por la dignidad de la victimas españolas del terrorismo, y la amenaza que el esquirol quintacolumnismo, oficialista, zapateril dirigido por Manjón representa entre ellas, es nuestra lucha, y nuestra amenaza, es entender las muchas conexiones “ideologicas” entre el neo-izquierdismo zapateril, el venezolano, el de los humala, y la totalidad de las fuerzas totalitarias -como Al Quaeda- contra civilizadoras re-barbarizantes, que han hecho de la mentira y el crimen el método de la lucha política.



Esta es una lucha global muy compleja, y entender bien quienes son, y quienes no son, nuestros posibles aliados, y nuestros inevitables enemigos en ella, es el principio para desarrollar el papel critico que la supervivencia de la civilización exige de los liberales en todo el mundo... Pero sólo el principio.


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A 60 años de Auschwitz

El día 27 de enero se cumplieron 60 años de la llegada del ejercito rojo al campo de concentración de Auschwitz, localizado en Polonia, cerca de Cracovia. Allímurieron exterminados por los nazis más de millón y medio de personas, cuyo único delito fue no formar parte de un colectivo arbitrariamente definido, entre ellos judíos, homosexuales y gitanos. Una muestra terriblemente triste de hasta donde puede llegar el ser humano cuando se deja poseer por doctrinas e ideologías colectivistas. Me imagino que estos días leeremos y escucharemos mucho sobre la liberación de cerca de 7.000 prisioneros que quedaron en el campo por parte del victorioso ejército rojo, después que las tropas nazis abandonaran el campo, llevándose consigo unos 56.000 prisioneros.


Espero que no se olvide que el ejercito "libertador" era el brazo armado de un tirano de signo opuesto, Stalin, qiuen también tenía sus campos de concentración a donde enviaba a sus enemigos políticos, eufemísticamente llamados enemigos del pueblo. En los Gulag murieron entre 1934 y 1953 al menos un millón de personas, entre prisioneros políticos y comunes. Esta cifra no incluye los al menos 800.000 ejecutados sumariamente por el delito de ser contra-revolucionarios.

Otro idealista de izquierda, Pol Pot, lleva en sus espaldas cerca de millón y medio almas camboyanas (algunos estimados llegan a los 3 millones), quienes fallaron en adaptarse a la nueva utopía comunista. Espero que la izquierda de hoy no deje de condenar a uno de sus máximos y más consistentes exponentes durante el siglo XX.

Ya para terminar, no debemos olvidar jamás que los aliados bombardearon a mansalva y arrasaron ciudades alemanas enteras, repletas de civiles. Los bombardeos costaron la vida a más de 600.000 personas y otras 800.000 quedaron severamente lesionadas, quienes en su mayoría no tenían nada que ver con Hitler, excepto ser alemanes. En particular, Dresden fue devastada en Febrero de 1945, cuando ya las fuerzas nazis estaban prácticamente derrotadas. La mente tras este asesinato en masa era nada más y nada menos que el mismo Sir Winston Churchill, admirado por muchos hoy en día.

¿Qué tienen en común todos estos asesinatos en masa? Unos fueron de izquierda y otros de derecha, ideológicamente hablando. El factor común es que todos fueron perpetrados por ese ente, divino para algunos, llamado Estado. La causa común es el abandono del respeto por los derechos naturales del individuo. Todos ellos, -Hitler, Stalin, Pol Pot y Churchill- sufrían de una enfermedad mental severamente peligrosa llamada colectivismo, para ellos el individuo no valía nada a menos que formara parte de un grupo, de una sociedad particular -la raza aria, el proletariado, la mayoría democrática, etc.- y, por lo tanto, todos aquellos que quedaron fuera de las arbitrarias divisiones imaginadas por los más variados ideólogos, no merecía otra cosa que la muerte.

A sesenta años de Auschwitz queda la pregunta, ¿hemos aprendido la lección?


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