html> Resistencia Civil: agosto 2005

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miércoles, agosto 31, 2005

Campaña legislativa socialista "misionera"... ¿Y la campaña legislativa capitalista popular?


Yo soy militar... ...pero jamás puedo ser militarista, y jamás podría mi voluntad inclinarse en favor de una casta privilegiada, ...mucho menos si esa casta quiere utilizar la fuerza que la Nación pone en sus manos para su defensa, como instrumento de mando y medio de opresión.

Isaías Medina Angarita

El actual Presidente de Venezuela es un candidato en campaña permanente. Así como otros revolucionarios tuvieron la idea de la “revolución permanente” o de la “guerra popular prolongada”, quien llegó al poder por medio de elecciones, para gobernar sobre los restos de un colapsado experimento socialista iniciado en 1958, lo que ha logrado hacer “permanente” es la campaña electoral revolucionaria. En la medida en que esa campaña permanente se traduce en la profundización de un modelo más radical de socialismo, acaudillado por un militar, son más y más las funciones civiles y políticas que ese socialismo pone en manos de los compañeros de armas del líder único. Tanto como logre avanzar el socialismo venezolano... se verá en la necesidad de ser más militarista. Al fin de cuentas, el núcleo original del partido de gobierno se forma en una conspiración militar que se mantuvo en secreto por más de una década.

Ya no es tanto que el Ejercito se ocupe de vender verduras –cosa que aunque obviamente ha hecho todo Estado socialista, no hizo nunca el Ejercito Rojo- o que sean oficiales gran parte de los jefes del enorme y creciente aparato civil de un Estado socialista... es que ahora serán cada vez más los candidatos militares (retirados en este caso) para los cargos de elección... pues los votos al final son del candidato único permanente... y la etapa de profundización requiere de más lealtad personal... y mejor redacción en las leyes socialistas. El que el socialismo cree una casta gobernante privilegiada está en su naturaleza... es inevitable. Pero es un detalle importante que habiendo llegado al poder tal revolución por medios electorales... su profundización implique también un retorno hacia formas de militarismo personalista previamente superadas.

Sí algo se ha demostrado en Venezuela, es que un país puede tener elecciones, prácticamente todos los años, y seguir funcionando perfectamente... en la producción y redistribución de pobreza (lo más independiente que puedan del aporte individual) para las mayorías... y privilegios groseros para unos pocos. Pero esa es la naturaleza de todo socialismo... aristocrático o democrático hasta la medula. Sí nuestro régimen fuera republicano y capitalista, produciríamos riqueza, la distribuiríamos de acuerdo al aporte individual... y perseguiríamos todo rastro de privilegio estatista. Con total independencia de la frecuencia de las elecciones... construiríamos una sociedad de riqueza creciente.

Regresando al socialismo venezolano y su campaña electoral permanente... de candidato único: Según la importancia relativa de cada elección, la candidatura del Presidente es de baja o alta intensidad. Pero nunca será tan baja como para que existan en sus partidos, otros candidatos que no dependan completamente de él mismo en materia, de postulación sin duda... pero también de votos. Pueden haber excepciones circunstanciales, pero el modelo está claro.

Para el candidato único permanente el gran tema de su campaña referendaria fue atacar -retóricamente- al presidente de los EE.UU.: La retórica anti-yanqui en Latinoamérica la han usado desde un Presidente responsable de un notorio asesinato masivo de estudiantes izquierdistas de México, hasta el dictador vitalicio de Cuba, pasando por toda la gama política e ideológica del sub-continente, por cerca de un siglo. Y todavía funciona. Funciona mejor en la medida que la administración en Washington sea más torpe en el manejo de la imagen y diplomacia en el sub-continente... y este ha sido un momento, más que optimo, para que funcione tal retórica.

Así que ese será uno de los grandes temas de su campaña de reelección. El otro, obviamente será el socialismo. Sobre esa materia el candidato único permanente ha sido claro como el agua de manantial:

“En Venezuela el proyecto bolivariano es la corriente de pensamiento que sirve de base para erigir la ideología marxista.”

Hugo Chávez Frías, 13 de agosto de 2005.


Y la cita es una de infinidad de citas posibles. No se cansa de repetir que su objetivo es la construcción del socialismo. Lo dice desde hace un año en cada acto público en que da un discurso. Lo dice en su larguísimo programa de radio y TV dominical... y en sus no menos largas y frecuentísimas cadenas de radio y televisión. Así que el fundamento ideológico de su programa está más que claro... y se consultará en elecciones nuevamente.

La construcción de una nueva versión del socialismo marxista tras el desastre soviético (especialmente uno que tiene que incorporar las nuevas modas temáticas del neo-izquierdismo en su cuerpo doctrinario) requiere profundas reformas legislativas al entramado jurídico del socialismo socialdemócrata. Algunas ya se han adelantado... La Constitución es la más importante sin duda. (Aunque según avance el socialismo del siglo XXI la pudieran reformar en ciertos detalles). Pero la mayoría está aún pendiente... La Asambleas de Ciudadanos, por ejemplo, “vinculantes y constitucionales” se insertaron en “la bicha” no para servir de canal de “expresión” a las angustiosas crisis de identidad ideológica del escualidaje “ñangarelegantoso”.

Como nos señalara más de una vez Domingo Alberto Rangel Mantilla, son fiel copia de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) cubanos. Y para organizarlas en esa forma, requerirían una gran cantidad de definiciones legales de ámbito, competencia, etc.

La promesa, no del todo definida por “la revolución” de más y más redistribuidora, ante el fracaso y la corrupción de 40 años de socialismo redistribuidor... Y la necesidad de “asegurar la revolución” ante sus enemigos del mismo signo ideológico (aunque esa es la verdad que unos y otros se empeñan en negar) fue la tónica desde 1999 hasta la fecha... Y lo seguirá siendo, pero únicamente para efectos retóricos. Tales enemigos están completamente derrotados. Se seguirán ventilando esos fantasmas en tanto den réditos... y darán algunos en tanto el chavismo exista.

Ahora entran en la fase real de profundización de la revolución. Eso significa establecer un socialismo marxista, por un gobierno electo con un programa que se presente claramente para tal efecto... en la Venezuela del siglo XXI... y en alianza con el neo-izquierdismo globalizado del momento. Y eso (que no requiere expresarse más que en “lealtad al Presidente” por parte de los candidatos oficialistas para la Asamblea) es el programa legislativo de la revolución. El programa para el cual, el socialismo venezolano se ha planteado como objetivo el obtener dos tercios de la Asamblea Legislativa Cosa necesaria para iniciar una amplísima gama de profundas reformas legales) es el sustento jurídico del programa que defenderá su líder único en la campaña de reelección... ni más, ni menos.

Ante eso, todos los discursos y propuestas de “unidad opositora” que no se fundamentan en un programa ideológico y legislativo realmente contrario... carecen de significado. No es tanto que cada cual esté arrimando las brasas hacia su sardina. El problema es que las tales sardinas son unas candidaturas presidenciales que van del socialismo (interna y evidentemente inconsistente) hasta la indefinición en si misma... y así no se puede siquiera rasguñar un proyecto ideológico que ya está usando todos los recursos de un Estado socialista en establecer su ideología y propaganda por todos los medios a su alcance... que eran muchos, se han hecho aún más... y serán cada día más... por Ley.

La unidad opositora de los politiqueros oportunistas... tanto de los que se encachuchan de “sociedad civil” como de los que, con algo más de recursos se organizan en partidos nuevos y viejos, ha sido hasta ahora incapaz de diferenciarse ideológicamente del socialismo en el poder... ¡Porque comparte las bases de su doctrina!. Todas las tonteras de social moderados, o centropendejeras... carecen de significado en donde están los votos. Ahí el candidato único permanente ha dejado claro que “El socialismo son SUS misiones”. Lo que hemos oído de los adalides de la “unidad en torno de nada” (o en torno de ellos... que para efectos ideológicos es lo mismo) ante eso... que es la fuerza y la sangre de la revolución... lo que hemos oído de tales “candidatos”, y sus “intelectuales” propagandistas, como alternativa al socialismo en el poder... hasta ahora al menos: ¡es pura paja!.

Salida hay. Y no es necesariamente “por el aeropuerto”. Como bien nos dicen Alberto Mansueti y José Luis Tapia en su Libro “La Salida”. Esta, es decir, la Salida: es la construcción del capitalismo popular. Cosa que requiere también de todo un programa legislativo, de signo contrario al del socialismo. Si el socialismo se construye concentrando la riqueza decreciente en el Estado. El capitalismo se construye transfiriendo los activos mercantiles del estado socialista a la gente. El socialismo chavista ofrece la redistribución de rentas... el socialismo opositor ofrece pamplinas. El capitalismo popular ofrece mucho más que míseras rentas discrecionales y groseramente clientelares. Ofrece el capital, la transferencia completa y total de la renta del subsuelo, las acciones de PDVSA, y la totalidad de los activos mercantiles del Estado. A todos y cada uno de los ciudadanos. Ese es el programa legislativo en torno al cual se debería adelantar la unidad de algo que pretenda llamarse realmente “oposición” ante un gobierno socialista. No es cuestión de candidatos, como de programas. El de Chávez está claro. El realmente contrario es el que tendría que ser adoptado por una verdadera oposición legislativa. Cosa difícil en el corto plazo, cuando leyes tan socialistas (y tan obviamente inspiradas en el usos y costumbres peculiares del socialismo cubano) como Ley de Trabajo Comunitario del Estudiante Universitario, son defendidas, no por los diputados del PCV, el PPT o el MVR... Tal defensa, Universidad por Universidad, artículo por artículo, está al cargo del presidente de comisión... diputado por el partido del Gobernador Salas. Recordemos que en torno de Salas se agrupó la primera “unidad antichavista”. La primera que se negó a ser alternativa realmente opuesta ante la promesa socialista, que el hoy Presidente, esbozaba con gran éxito... y con la que ganó la elección.

Otra cosa es que esta será una lucha política de largo aliento. Y que esas “unidades” de socialistas que se quedaron por fuera del presupuesto público, sean izquierdistas “moderados”, adecos, copeyanos, ex copeyanos y hasta neo-liberales (La diferencia entre liberalismo y “neo-liberalismo está en que por neoliberalismo se entiende, entre nosotros, lo que se aplicó en los años 90 en casi toda Latinoamérica, así que “el neoliberalismo es la continuación del socialismo por otros medios”. Cosa que, socialista y “exquisita” al fin... fracasó pudriéndose aún más rápido que los socialismos menos “exquisitos”) como otras yerbas puntofijistas que tienden a crear cosas con tan escaso futuro, como lo que en torno de Arias Cárdenas se pego con la saliva de Loro del oportunismo.

Estamos aún con tiempo de no repetir tal tipo de torpeza por enésima vez. Pero confieso que no soy optimista en el corto plazo. Aunque tampoco creo que el socialismo venezolano sea irreversible... es derrotable, reversible y superable por medios locales, pacíficos y políticos... Será derrotado cuando la verdadera batalla ideológica se de con toda la fuerza necesaria.

Únicamente me temo que los adalides de las múltiples “unidades” anti-chavistas... nuevamente dejarán pasar otra oportunidad de montarse en el único tren que les puede conducir hacia la victoria... y quizás sea mejor así a la larga. Aunque el costo del retraso, sin duda será muy alto.

La salida empieza en un programa revolucionario por el capitalismo popular: Un programa de soluciones. Aunque todo liberal entiende que nuestro programa empieza con larga lista de leyes para derogar. Es menos obvio que el desafío de una transición exitosa del socialismo al capitalismo realmente popular, es algo que hay que traducir en una agenda legislativa que apenas hemos empezado a definir con proyectos como la Ley de Capitalización Popular Petrolera que defendemos con los compañeros de la AC Petróleo Para el Pueblo... entre otras. Fuera de ahí. No hay salida. Y si el candidato permanente, que hoy nos gobierna, insiste en dar una batalla en el campo de la ideología... es porque en ese campo tiene garantizado arrasar las “unidades” opositoras ideológicamente blandas o indefinidas.

El programa liberal libertario es la única opción ideológica, completamente opuesta al socialismo... y es al mismo tiempo una propuesta popular, revolucionaria y capaz de abrirnos un camino cierto de paz y prosperidad... Y es el punto de partida para que los verdaderos lideres políticos del futuro lo interpreten en sus regiones, con el fin de crear más temprano que tarde, una verdadera unidad de todos los que notan que el socialismo de antes no funcionó... y el de ahora tampoco. Ese es el principio del camino hacia la verdadera salida. Pero sólo el principio.


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lunes, agosto 29, 2005

Ley de régimen prestacional de empleo: nueva perla colectivista



La semana pasada la Asamblea Nacional aprobó en segunda discusión la Ley de régimen prestacional de empleo, la cual forma parte del llamado Sistema de Seguridad Social y que viene a ser la más reciente de las leyes colectivistas aprobadas por la asamblea.

Como toda perla colectivista, esta ley es una maraña de promesas a ser cumplidas por el Estado (es decir, por usted, que es el que paga los impuestos en su carácter de miembro productivo) y está basada en la premisa fundamental que el individuo es incapaz de decidir voluntariamente ahorrar para el futuro en caso de contingencias o de educarse para hacerse proficiente en una profesión distinta a la que ha venido ejerciendo. El mensaje del Estado a los trabajadores es "no se preocupen por ahorrar o por educarse, aquí está Papá Estado para hacerlo por ustedes".

De estas premisas se deduce que si usted no es capaz de ahorrar por su cuenta, el Estado debe obligarlo a ahorrar (artículo 122). Además de obligarlo a usted a ahorrar, el Estado obliga a su empleador a pagar el 80% de la cotización correspondiente, la cual se establece entre el 1 y el 4% del salario del trabajador (Art. 123 y 125). Lo que esto logrará en la práctica es aumentar los costos de emplear a un obrero, puesto que ahora el empresario debe sumar entre 1 y 4% al salario que pensaba pagarle antes de contratarlo. Obviamente estos costos van a ser pasados directamente al consumidor cada vez que sea posible, con lo cual se encarecen los productos que el trabajdor consume, es decir, se reduce su nivel de vida. Estas disposiciones ponen en evidencia la visión inocente o ignorante según la cual siempre se puede obtener algo por nada.

La ley establece que toda persona que pierda su empleo, tendrá derecho a recibir durante cinco meses un subsidio equivalente al 60% del salario promedio que haya devengado durante el año anterior a su despido (artículo 70), en pocas palabras la ley establece un subsidio al desempleo. En consecuencia, erosiona los incentivos que hacen a una persona querer buscar empleo. Si no tengo a Papá que me mantenga, estoy obligado a buscar empleo si quiero subsistir. Bueno, con esta ley, el Estado está tomando el papel del padre protector y benevolente.

Agréguele a lo anterior la nueva burocracia que se crea en el Instituto Nacional de Empleo (Art. 2) y que seguramente servirá para mantener en nómina a costa de los contribuyentes a una serie de parásitos que de otra manera tendrían que buscar un trabajo productivo. Según la ley, este nuevo ente burocrático será el encargado de cuidar de usted en caso de desempleo, pagarle el subsidio, reeducarlo otras tantas cosas. Uno de los engendros del INEM será una red de "observatorios laborales y de oportunidades productivas" (Art. 30), los cuales tendrán entre otras funciones la sistematización de oportunidades para el desarrollo de proyectos productivos endógeno con el propósito de facilitar la elaboración de políticas y programas para la promoción del empleo y la inserción productiva (Art. 32). Algo así como un grupo de burócratas que buscará constantemente ("sistematización") nuevas formas de desperdiciar el dinero público en obras de desarrollo "endógeno", financiadas desde luego, con el dinero de los esclavos contribuyentes.

En fin, tantas maravillas socialista que contiene esto nuevo invento colectivista, que no da para enumerarlas todas. Me imagino que las agencias privadas de empleo estarán descontentas, porque el gobierno les va a quitar el trabajo. Después de todo, ¿para qué voy a buscar trabajo si Papá Gobierno me va a mantener?

Un paso más camino a la servidumbre.


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miércoles, agosto 24, 2005

En materia de lucha contra las drogas Hugo Chávez y George W. Bush están raspados



Solo un orate puede aupar el torneo de dimes y diretes que disputan Washington y Caracas.

No obstante el último round de la disputa puede servir a los fines de aclarar un panorama turbio como es el de la información relacionada con la guerra que los gobiernos del mundo afirman sostener contra productores, comerciantes y consumidores de drogas ilícitas que antes se denominaban “estupefacientes”.

Recuerdo que hace más de veinte años, a principios de los años ochenta del siglo pasado, en la ciudad de Miami, uno de los centros más importantes del tráfico de drogas, el entonces vicepresidente de Estados Unidos George Bush declaró iniciada la “Guerra contra las Drogas”.

Explicó el padre del actual Presidente estadounidense que esperaba llegar al año 2000 con una “América Libre de Drogas” y que los aviones de guerra abatirían toda aeronave que se negara a aterrizar una vez sorprendida.

Esta medida solo se llevó a efecto a pocos días del anuncio de Bush Sr. y como nunca se repitió uno tiene derecho a pensar que se trató de pura propaganda.

Lo cierto es que pasado un cuarto de siglo de esta declaración belicista puede decir que la guerra contra las drogas tal como la plantea el gobierno estadounidense está perdida y que la seguirá perdiendo el hijo del primer Bush en tanto siga usando la misma estrategia absurda y perdedora que se usó contra el consumo de licor durante la “Prohibición”.

La realidad muestra que en las ciudades de USA aumenta el flujo de cocaína, baja el precio, no decae el poder político de los clanes que distribuyen el producto y los bancos estadounidenses son los principales beneficiados del lavado de dinero porque de allí parten las remesas que distribuidas en bancos latinoamericanos son objeto de ulterior blanqueo antes de retornar a su lugar de origen.

Nada distinto a lo que sucede en los países productores como Colombia, salvo en la escala que es menor porque se trata de economías enanas en comparación, y en territorio estadounidense la droga prohibida aumenta exponencialmente su valor y quienes màs ganan son lo que la venden allì.

Entonces vistos los hechos en perspectiva el gobierno estadounidense tendría que cambiar de estrategia porque la llamada “Guerra contra la Droga” lleva un cuarto de siglo cosechando fracasos.

Aparte de eso el brazo ejecutor de esta política que es la DEA, ante las evidencias no puede pasar como una policía excelente sino como otra policía más, de esas que no logran el objetivo para el cual fueron creadas y estàn corroidas por la corrupciòn.

Sin embargo el gobierno estadounidense insiste en que a partir de informes de la DEA se “certifiquen” países enteros cuando el primer descertificado debería ser el propio gobierno de George W. Bush vistos sus magros resultados en materia de victorias contra el consumo de drogas ilícitas.

Pero, hay otro aspecto preocupante en el asunto.

Por una parte están los informes de las policías antidrogas como la propia DEA que señalan a diputados y diputadas venezolanos, de la bancada oficialista y hasta una connotada lidereza popular, como asiduos usuarios de aviones privados que se suponen pertenecen a gente ligada a los carteles del lavado de dinero en Venezuela.

Por cierto, desde hace muchos años, más de quince, en un informe que la CIA estadounidense vende al público, el “World Forecasting”, en el aparte dedicado la economía venezolana aparece el “lavado de dineros procedentes del narcotráfico” como segunda fuente de divisas del país.

Nadie ha desmentido ese informe anual.

Allí comienzan los reclamos a nuestro gobierno porque uno es venezolano y los problemas de la DEA evidentemente no son los nuestros por más que cierta prensa estúpida lo haga ver así.

Se trata de que más allá de la guerra de dimes y diretes, ahora entre la DEA y el Ministerio de Interior y Justicia venezolano, el gobierno de Hugo Chávez, preocupado por cumplir con la agenda que dictan los intereses internacionales se olvida de su propia gente.

Hablan el Presidente y el ministro Chacón sobre las capturas de drogas que iban rumbo a los Estados Unidos y Europa.

Esta bien, pero ¿quién se conduele o preocupa de nuestras miserias?

En Venezuela el consumo de drogas está creciendo alarmantemente y nadie hace algo al respecto.

Las policías venezolanas cada vez están más penetradas por las mafias de distribuidores locales de drogas.

Es verdad que por los momentos no hay tantos jóvenes venezolanos dañados por la droga como en los Estados Unidos o Europa Occidental... pero eso no significa que sus vidas carezcan de importancia.

¿Que va a hacer el gobierno venezolano al respecto?

¿Piensa legalizar algunas substancias consideradas como ilegales, colocar controles de calidad y precios y combatir a sangre y fuego las drogas no legalizadas?

¿O simplemente no hará nada que es lo más probable?

Por eso digo que la “Guerra contra las drogas” de los presidentes George W. Busch y Hugo Chávez Frías tiene mucho de palabrería.

ADIOS A RICARDO MITRE



Cuando escribía estas líneas me entero de la muerte de Ricardo Mitre.

Hace treinta años que la violencia política los alejó de su natal Argentina y recaló en esta su segunda y definitiva patria.

Lo conocí en los prolegómenos de la formación de aquella Coordinadora de la cual nadie se quiere acordar y enseguida hice amistad con Ricardo porque era una persona inteligente y divertida con la cual se podía conversar aparte de que Ricardo Mitre fue en vida un tipo serio que mantenía los acuerdos contraidos.

Solo por eso valdría la pena recordarlo: Por ser un político inteligente en un medio en el que esa virtud no abunda; y por ser honesto en el cumplimiento de los acuerdos.

Sin embargo hubo más porque el factor humano del editor de El Gusano de Luz alimentó anécdotas que perduran en mi memoria.

Paz a sus restos y un sentido pésame a sus familiares de parte de todo el equipo de redacción y distribución de EL TERCER POLO.


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martes, agosto 23, 2005

Consideraciones realistas... Socialismo, democracia y derechos humanos


Soy de ideas liberales, no temo a las ideas de los demás, pero sobre todo, nunca podrá mi espíritu inclinarse ante sistema alguno que trate de ir contra la dignidad del hombre y que pueda impedirle la propia determinación de sus actos.

Isaías Medina Angarita


Buena parte de las corrientes del socialismo son profundamente antidemocráticas. Proclaman abiertamente que una minoría “iluminada” a la que suelen denominar “vanguardia” deberá obligar hacer la revolución... por la fuerza. El que una minoría que se autodenomina superior tome el poder y gobierne... se llamaba tradicionalmente aristocracia. Pero la aristocracia comunista insiste en lo de autodenominarse “vanguardia”, incluso cuando ya ha logrado establecer dinastías hereditarias... como la Corea del Norte.

Minorías han gobernado mayorías por la fuerza, mucho antes que existiera forma alguna de memoria histórica... incluso oral y legendaria, para recordarlo. No es nada nuevo. Como no es nueva la glorificación de la tiranía colectivista... desde Platón hasta nuestros días. La supuesta construcción de un “hombre nuevo” para que tal tiranía sea perfecta y eterna... es algo que también se pueda rastrear hasta el griego en cuestión... por lo menos. Los resultados de tales “experimentos” en sus dos grandes versiones del siglo pasado superan los 100 millones de muertos.

Pero el sufrimiento humano que produce un sistema de gobierno que no puede sobrevivir sin “reciclar” a los perores criminales para obtener su policía política, se entiende mejor en “pequeña escala”. Un ejemplo relativamente reciente y notable del “hombre nuevo” en todo su esplendor, fue el del camarada Beria, jefe de la policía política soviética, quien se dedicó durante décadas al “deporte personal” de secuestrar mujeres que le gustaran en la calle, para violarlas hasta saciarse... y regresarlas vivas a la calle. En la más perfecta impunidad.

Hay otras vertientes del socialismo que son profundamente democráticas. Y eso no las hace mejores moralmente de las de sus colegas aristocráticos. Los socialistas democráticos, de hecho aspiran a ser –y cada día están más cerca de lograrlo- la quinta esencia de la democracia en estado puro. Son los que están a punto de admitir que el conflicto entre cinco violadores y una victima pudiera “resolverse” democráticamente... esto es: votando y sometiéndose a la “voluntad de la mayoría” hecha Ley.

Lavreti Beria hubiera encontrado la forma de “adaptarse” en tal estilo de democracia. Democracia de jurados tumultuarios condenando a Sócrates, democracia de la mayoría de hombres de piel y capucha blanca, linchando al minoritario hombre de piel en el viejo sur de los EE.UU. Es la misma democracia de los asesinatos y violaciones masivas de la población campesina blanca –esta vez minoritaria- inspirada por el muy democrático gobierno del, también socialista, Presidente Mugabe. Por cierto... democratísima hubiera sido la condena de Galileo, si la cosa se somete a referéndum en aquellos tiempos en que la mayoría estaba absolutamente convencida del sagrado geocentrismo... ni el Papa en persona lo salvaba de la hoguera.

La democracia es una forma de tomar decisiones, y como entre esas decisiones está frecuentemente quien ha de gobernar, y como ha de gobernar, es una forma de ejercer el poder. Y si el poder ha de tener limites... la democracia ha de tener limites. Es tonto hablar de “democracia censitaria” sin admitir primero que, en algún grado, toda democracia lo es. En repúblicas del pasado se establecieron limites al voto, que para los que los establecieron parecían muy convenientes y razonables, mientras que hoy los encontraríamos absurdos, arbitrarios e inaceptables. Pero era poco común (y muy difícil de defender) en tales repúblicas que para presentarse al cargo de pública elección, se pidiera otra condición que la de ser elector. Hoy en cambio, los mismos que creen que lo que defienden es la democracia universal (o participativa y protagónica) se empeñan en imponer todo tipo de barreras diferentes de la voluntad de los demás electores, para alcanzar los cargos de elección pública. Y eso es profundamente antidemocrático. La democracia es tanto un derecho de ser electo, como de elegir. Quien tiene el segundo, ha de tener el primero. Y el único limite para ser electo, debe ser la voluntad de los electores. Lo que incluye el derecho de equivocarse. Y el deber de correr con las consecuencias.

Otra cosa es que lo realmente opuesto de la mal llamada “democracia censitaria” no es la democracia participativa y protagónica (universal decían antes, para decir lo mismo) es la democracia tumultuaria (de tumulto). Una democracia absolutamente anti censitaria implicaría que todos, absolutamente todos, tienen el derecho de votar en cualquier elección en que lo deseen. Así, podrían votar los extranjeros, los niños, los turistas de paso, etc. Pues si no ha de haber censo alguno de votantes... ¡No ha de haber censo alguno de votantes! Ni limites en el derecho de votar por razón alguna. El que nadie aún defienda tal absurdo es prueba de que la democracia sigue siendo tan “censitaria” hoy como ayer... lo que hemos cambiado. Y a decir verdad mejorado notablemente. Son las razones para estar, o no estar, en el “censo” de electores, que ya no incluyen la raza, el sexo, el ser propietario. O peor aún... el defender ideas que quienes gobiernen consideren contrarias “a la democracia misma”. El que en realidad lo fueran, en nada quita el que no se puede negar el derecho de expresarlas libremente... ni algún otro. A quien tales exabruptos defienda... En tanto no viole el derecho de otro con sus actos.

Otra cosa es que hoy se insista en limitar con cada vez mayor cantidad de arbitrarias y caprichosas condiciones, el derecho de ser elegido de gran parte de quienes tiene el derecho de elegir. Eso es una aplicación del principio de la República Romana, por el que en algunos cargos, sólo los nobles podían ser candidatos, pero no sólo los nobles podían votar para elegir tales funcionarios. Se le pueden dar todas las vueltas que se quiera... e insistir en que se trata de elegir “a los mejores”, y nuevamente caemos en aquello de la “aristocracia” que significa eso: gobierno de los mejores. ¿Si el pueblo puede elegir, pero únicamente puede elegir entre aristócratas, podemos llamar eso democracia realmente? Obviamente no.

Los límites de la democracia no han de ser límites arbitrarios al derecho que tiene todo elector para presentarse en cualquier cargo de elección pública. Ni más limites al derecho de ser elector que los de ser mayor de edad, y habitante del ámbito territorial al que corresponde la competencia del elegido... Aunque el que los empleados, contratistas y dependientes de los gobiernos puedan votar para elegirlos no es algo sano para una república... bajo un régimen liberal de gobiernos limitados a sus funciones naturales, resultaría un problema estadísticamente insignificante. Serían muy pocos numéricamente en el universo general de electores. Con el socialismo la cosa es un problema real, son muchísimos... y entre empleados, contratistas y dependientes, pueden decidir cualquier elección. Pero ahí el problema no es el derecho al voto de cierta categoría de ciudadanos... es el estatismo socialista. Y sería lo mismo si el estatismo fuera de otra matriz ideológica colectivista diferente del socialismo... cosa que existe. Aunque en Venezuela no la hemos conocido.

Los límites de la democracia están en la obviamente monstruosa hipótesis de “resolver” el “conflicto” entre cinco violadores y una victima mediante una votación. Tal hipótesis, que a todos los humanos decentes repugna en pequeña escala... es defendida por el socialismo democrático en gran escala. Con apoyo de infinidad de personas decentes que se niegan, a considerar siquiera, la real naturaleza de lo que defienden. Los violadores que sostuvieran que lo suyo no fue delito, porque lo decidieron democráticamente por mayoría... y la victima perdió la votación... no estarían diciendo nada diferente de quienes sostienen que “los derechos del colectivo están por encima de los del individuo”. La tesis es la misma. El objetivo es el mismo. Se trata de apelar a la mayoría para violar el derecho de propiedad que alguien tiene sobre su propio cuerpo, su propia persona, intelecto y conciencia... y lo que produzca con estos por medio de su habilidad o esfuerzo.

La cosa es que si admitimos eso. Si admitimos que cada cual es propietario absoluto e irrestricto de sí mismo. Sin más limites que el respeto al mismo derecho por parte de todos los demás. Tendríamos que admitir que la soberanía autentica reside en cada individuo. Que no hay soberanía colectiva alguna que se le pueda sobreponer legítimamente. Que los derechos a la vida, libertad y propiedad de cada individuo están por encima de las decisiones de cualquier mayoría. Y que la mayoría que los desconozca no es menos tiránica que un hombre que se autodenomina “soberano” de otros hombres. Ni un hombre, ni un grupo de hombres, puede ser “soberano” de otros. Ese el verdadero limite de la democracia. El de los derechos individuales inalienables. Que son los únicos verdaderos “Derechos Humanos”... con legitima mayúscula. Pero... imponerlo requiere en convencer a la mayoría de la superioridad moral –y práctica- de los principios en los que tal filosofía liberal se sustenta... Eso es intentar establecer la república liberal por medios democráticos. Cosa que de hacerse bien, sería el principio de un camino de prosperidad y paz... pero solo el principio.


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lunes, agosto 22, 2005

El 7 de agosto no se eligieron concejales y por ese camino en diciembre tampoco elegiremos diputados


Las elecciones de concejales terminaron con resultados previsibles que solo extrañan a los fariseos.

Como en todo evento humano en estos comicios hubo lecciones útiles que se deben preservar y hechos negativos que se deben tratar de superar.

Por desdicha no encuentro en la sociedad venezolana y menos en los medios de comunicaciòn que deben ser los voceros de estas inquietudes, suficiente ánimo, convicciones y equilibrio como para proceder a levantar el balance del 7 de agosto.

Aparte de ello la campaña de los diputados ya comenzó y de la peor manera porque por lo visto llegaremos a diciembre sin saber las razones por las cuales se debe votar o dejar de hacerlo por determinado candidato ya que por lo visto los candidatos en vez de presentar propuestas los unos diràn que para ser diputado basta con ser "chavista" y los otros diràn que es suficiente con denunciar que jorge Rodrìguez "no es confiable".

De ser así tendremos la màs anodina Asamblea Nacional posible y después, cuando las leyes disparatadas ahoguen al ciudadano... será tarde para quejarse, pero aún hay tiempo para corregir rumbos equivocados.

Por otra parte el balance del 7 de agosto es un trabajo necesario aunque esto no les importe a los medios que están para informar y no para tomar parte.

A tal respecto pienso que la automatización del voto es una realidad positiva a la que no se debe combatir con peticiones antediluvianas como retornar al voto manual para el cual ya ni los partidos supuestamente grandes tienen suficiente maquinaria como para garantizar el ejército de gente ociosa que antaño utilizaban AD y Copei en las mesas electorales.

Quienes piden el voto manual al estilo de la antigua Grecia olvidan que en estos momentos sólo el gobierno nacional podría obtener tanta gente como para garantizar que sus votos estarán seguros y cuidados en toda el país; de manera que semejante necedad del voto troglodita debería quedar descartada aunque con tanta irracionalidad uno no sabe.

Hay otro punto que es el despilfarro del CNE.

Siendo cierto que el venezolano de la actualidad casi no lee el periódico, entonces ¿para qué encartar gacetas electorales en los diarios, salvo que se intente favorecer a los editores y sus negocios “endógenos?”

Y si se trata de las gacetas la verdad es que no eran fáciles de leer o de entender.

Coincido con gente como Andrés de Chene quien aconseja que los diputados se inscriban como candidatos por iniciativa propia, sin tener que llenar tanto requisito, y que aparezcan en los tarjetones o cuadernos electrónicos con sus nombres y fotos, numerados por orden alfabético y que al pie de página aparezcan los colores de los partidos con los números de los candidatos que apoyan.

Más o menos así se hizo cuando se eligieron los diputados Constituyentes y recuerdo que en Miranda a mí me correspondió el número 19.

Pero, hay otro elemento en los resultados del 7 de agosto que debe llamar a reflexión; sobre todo a los honorables señores y señoras que desde los medios de comunicación llamaron a la abstención sabiendo que en unas elecciones locales con las características de las del pasado domingo era de esperar al menos una abstención del 65 al 70 %, pero quepasaron por alto esta realidad para ladinamente hacerse reconocer como los padres y madres de la abstención y organizar sobre este engaño sus campañas para diputados y diputadas en diciembre.

Por una parte esta gente que supuestamente son los autoelegidos padrinos y madrinas de la oposición terminaron haciéndole un gran daño a la misma siendo que gracias a sus buenos oficios en muchas localidades se perdieron concejales que los ganó el MVR cuya gente se abstuvo de votar pero en menores proporciones porque allì no escuchan este tipo de pendejadas -escuchan otras-.

Estos abstencionistas irracionales han creado un Franquenstein que seguirá de pie al menos hasta las elecciones de diputados cuando la abstención bajará pero no tanto porque el lavado cerebral aún estará presente en gente que no se da cuenta que el problema no es solo el llamado “Arbitro” sino tener verdaderamente una mayoría que en estos momentos no se tiene por diversas razones.

Los ledezmas y los tulios, las patricias y mariacorinas sabrán lo que hacen pero gracias a sus buenos oficios la próxima Asamblea Nacional no solo será copada por el oficialismo como era de esperar... sino que esta mayoría superará con creces el 75 % que exige la aprobación de algunas leyes.

Aparte de ello es difìcil que alguno de estos hèroes y heroinas termine sentado o sentada en la Asmblea Nacional; y en caso contrario ya veremos el tipo de oposiciòn que haràn estos diputados fariseos cuando basen sus actuaciones en el histrionismo mediàtico porque carecen de ideas, programas y proyectos salvo que por ello se entienda la promociòn personal.

Pero, como digo y como corresponde a un país en el que lo político priva no solo sobre el hecho econòmico sino hasta sobre la simple sensatez, las elecciones de diciembre están a la vuelta de la esquina y el panorama es difícil.

Para diciembre ni habrán terminado de nacer los partidos que sucederán a AD y Copei ni estos habrán terminado de bien morir.

Si la oposición saca 16 diputados es mucho y la rebatiña lamentablemente no permitirá políticas de “unidad”.

Y digo lamentablemente porque el mejor escenario sería que estos fantoches de la izquierda sifrina, estos viudos y viudas de la Cuarta república, estos diletantes que actùan por encargo de otros vivos a los que solo les importa quien mete la mano en PDVSA... fuesen unidos en las elecciones de diciembre para que el oficialismo los revolcara de una vez por todas y que quedara libre el camino para los nuevos liderazgos que se vienen organizando no a partir de tanto pescuezear por lograr un espacio en los medios sino por haber buscado soluciones a los problemas y por darle dirección a estas soluciones.

Lo digo sin amargura pero con la responsabilidad que amerita el momento que vivimos.-

Ir o no ir a las elecciones de diciembre es un dilema interesante que en RESISTENCIA CIVIL aún no resolvemos: Si es por sacar el diputado mejor sería quedarse en la casa fumándose el colchón porque despuès de este "autosuicidio" el asunto es màs difìcil, pero, la oportunidad es única para tejer la red liberal que más adelante sirva para enderezar tantas cosas en esta Venezuela.

Por lo pronto en agosto no se eligieron concejales sino clones o "sparrings" del Presidente; en diciembre si no hay grandes cambios serà lo mismos con los diputados, incluyendo los pocos que logre la oposiciòn.

Así las cosas.


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miércoles, agosto 17, 2005

Que hacer... La realidad, el empobrecimiento... y los socialismos


Humano es errar; pero únicamente los estúpidos perseveran en el error.

Marco Tulio Cicerón


Es inútil mostrarle la realidad a quién se niegue voluntaria -y tercamente- a verla. Aunque el resultado de talles negaciones sea siempre el fracaso... pues quien parte de datos falsos, termina en fracasos ciertos. La verdad no se impone por sí sola. Afortunadamente, para la mayoría de quienes están hoy en el error en Venezuela –pese al que, en el error consensuado común, suman la mayoría absoluta de la población- la verdad no es algo que se nieguen voluntaria y tercamente a considerar... cuando se les presenta de forma sistemática y coherente. Lo contrario es un curioso tipo de estupidez... pero no es mayoritaria; aunque lo pareciera por un importante conjunto de adversas circunstancias... perfectamente superables.

LA REALIDAD EN NÚMEROS



Ante un público significativamente diverso, de jóvenes estudiantes universitarios brillantes, fue interesante ver como uno de los mejores –posiblemente el mejor- experto en estudios de mercado de Venezuela, explicó detalladamente la real estratificación socio-económica de nuestra población. Así como sus reales preferencias políticas de los últimos años... Y las causas reales de las mismas.

Es la realidad en números. Números que contradicen la sistemática mentira que intenta ocultar la total derrota de una oposición socialista ante un gobierno aún más socialista. Números que nos dicen que por encima presuntos abusos y marrullerías, de importante magnitud, nuevo cuño, y similar “peso especifico” de los del pasado. La suma de todos los que están dispuestos a votar por los socialistas opositores, es menos que la de los que votan por los socialistas gobierneros... Y que tal diferencia se mantiene en la realidad –y pudiera incluso estirarse en apariencia- por medio del abuso de los recursos y poderes del Estado... Nada nuevo el detalle: el abuso de los recursos y poderes de un Estado desmedido, en favor de quien este en el poder, está en la naturaleza misma del socialismo... Lo importante, en las circunstancias de hoy como en las de ayer, es que para cambiar la realidad objetiva presente, hay que partir de conocerla... no de negarla.

¡OTRA VEZ LA BURRA AL TRIGO!



Sin el mensaje y la organización apropiados, realmente no importa sí hay, o sí no hay “unidad” de las llamadas fuerzas opositoras. De no cambiar la naturaleza, de lo que alguna parte de lo que hoy cuesta trabajo llamar oposición, sea capaz de ofrecer... como alternativa de gobierno. Será el gobierno el que gane... en los grandes números. Y eso será así, sin importar que el CNE sea dirigido por Jorge Rodríguez, Delgado Chapellín... o el Arcángel Gabriel. La mal llamada “unidad” ya se intentó... y fracasó. Infinidad de detalles incidieron sobre la magnitud de los fracasos... pero las causa de fondo es lo importante.

La causa primaria y fundamental de la derrota fue, es y será –hasta que se deje de hacer- el sostener la “unidad” en el “consenso” de los socialistas que se quedaron por fuera del presupuesto público. Con lo que cualquier idea contraria al socialismo, está fuera del consenso... y de las alternativas de gobierno. Absurdo discurso socialista “moderado” ante un gobierno socialista radical que basa su apoyo en el reparto de ingentes recursos petroleros, mediante misiones, becas, etc. en medio de una bonanza de precios del crudo.

Mientras los sectores mayoritarios, y de menores ingresos, están recibiendo subsidios directos por el orden del medio millón de bolívares por hogar... que por poco que sea, es muchísimo para un hogar de ingresos dramáticamente menguados... Y estamos ante un gobierno que repite, como parte de su sistemático y eficiente adoctrinamiento... Las misiones (es decir: el medio millón directo y todo lo demás indirecto, que en casos como Barrio Adentro llega a pesar más) son EL SOCIALISMO. ¿Qué puede responder una oposición socialista?. Tonterías sin sentido... o contrasentidos, para quien apoya al gobierno. Y mentiras para sus menguantes partidarios. Por cierto que un grueso tercer polo de la población, se mantiene mayormente indiferente ante las dos ofertas socialistas. Y se sume en la desesperanza de saber que en todo lo que escucha del liderazgo político mayoritario... No hay salida.

PERO...



Cómo el socialismo no funciona, el País materialmente se está desmoronando. La eficiencia de corto plazo (electoralmente mensurable para quienes no se empeñan en negar la realidad objetiva) en el reparto de subsidios directos e indirectos entre las bases de sustentación electoral del socialismo en el poder. Y los esfuerzos de adoctrinamiento para soportar exitosamente el eventual y previsible agotamiento de tales recursos... son una cosa. Otra es que en el País cada día se produce menos riqueza que el anterior... que la “economía endógena y cooperativista del socialismo del siglo XXI” es -y será siempre- incapaz de poner pollos de la calidad y precio de los importados en los MERCAL... Como incapaz fue, y sería de nuevo, la de las “empresas” de la “sustitución de importaciones”. Y que tras más 47 años de socialismo... la infraestructura pública efectivamente se desmorona. Y la privada también. Pero que precisamente por el empobrecimiento que las recetas socialistas han causado, es que gran parte de la población depende críticamente de los míseros subsidios directos e indirectos del socialismo del siglo XXI. Y que para colmo de males, el control casi absoluto del pensamiento único del “izquierdismo” sobre las fuentes de la cultura y la opinión, ha sido tal en Venezuela, que al socialismo derrotado, se le niega su condición de socialismo... y con ello la confusión es mayúscula.

QUÉ HACER



Para pasar del capitalismo al socialismo se requiere concentrar la propiedad, y/o el control real, de los medios de producción en el Estado. Para sostener la popularidad de un nuevo gobierno socialista, en una democracia como la de Venezuela, se requiere distribuir una pequeña parte de la riqueza concentrada en el Estado, entre las mayorías en las que el empobrecimiento previo, implique que las transferencias serán de bajo costo y alto impacto.

Para cambiar un socialismo por otro, más o menos pacíficamente. Únicamente hay que esperar... pues en la medida que tales mayorías incrementen sus expectativas, las transferencias serán más costosas, lo que sumado al imparable empobrecimiento general producto de la naturaleza misma del sistema... llegará a crear una nueva mayoría desasistida... La última vez tardó cuarenta años el cambio de un socialismo por otro en Venezuela... el nuevo tiene siete en el poder -y pese a los autoengaños de algunos- no da muestras de debilidad en sus bases de sustentación... Todo lo contrario.

Para pasar del socialismo al capitalismo se requiere transferir, la propiedad -y control real- de los medios de producción -y demás activos mercantiles- del Estado a la Población. Para que tal transferencia sea popular, ha de favorecer por igual a todos... de forma gratuita... Y así sustituir con ventaja evidente la transferencia de míseros subsidios clientelares... por masivas transferencias de capital. Que serán más significativas para quien menos capital inicial tenga.

La única unidad que debe importarnos, es la unidad liberal del capitalismo popular, en torno de esta idea... del programa integral que la hará posible... y del movimiento político liberal que estamos construyendo, sin prisa y sin pausa... para crear desde las bases una nueva mayoría y derrotar todos los socialismos de ayer y hoy... El resto. Es más de lo mismo. Y dejar de repetir eso mismo... que ha fracasado sistemáticamente década tras década, es el principio de un futuro diferente... pero solo el principio.


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martes, agosto 16, 2005

La verdadera revolución: Del socialismo al capitalismo


El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de bienes. La virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de miseria.

Winston Churchill


El socialismo es el control de los medios de producción por el Estado. Un Estado que hace negocios, es por naturaleza un Estado socialista. Hablar de "Capitalismo de Estado" es una contradicción en términos, si la empresa es "de Estado" no es capitalista, y si es capitalista una actividad mercantil, no es realizada por el Estado. Un Estado "capitalista" sería el que se dedicara única y exclusivamente a sus funciones naturales, entre las que no está la actividad mercantil alguna. Pero hay grados de socialismo en cada economía. Ni en la Unión Soviética se llegó al 100% de socialismo, pues ni ahí desapareció por completo toda forma de iniciativa productiva, más o menos, privada.

Quien maneje el Estado tiene dos formas de controlar los medios de producción. Hacerlos de su propiedad por la fuerza que es la forma por la que optaron los rusos soviéticos. Ordenarles a los "propietarios" qué, cuándo, cuánto, cómo y a quién... producir, distribuir, comprar, vender, contratar y pagar... es la forma por la que optaron los nacional socialistas alemanes. De ahí en adelante el común de los socialistas del mundo han combinado ambos métodos, reservando el soviético para lo que consideran de importancia "estratégica" y el nazi para lo que no. Con excepción de la socialdemocracia de los EEUU que se ha limitado, casi completamente, al método nazi en materia de control estatal de los medios de producción, invirtiendo los términos de importancia del resto... tan raros y confusos son los socialdemócratas gringos, que hasta se autodenominan "liberals".

En Venezuela la actividad petrolera es la más importante del país, en términos de PIB y de ingreso fiscal. Un dato es que aproximadamente el 80% de las divisas que ingresan al país son producto, directo e indirecto, de las exportaciones del sector petrolero. El petróleo, como todo lo que está en el subsuelo, es, y ha sido siempre, propiedad exclusiva del Estado venezolano. Tal reserva estatista de recursos es una herencia que la corona española dejó, en la legislación, para su ex colonia. Una cosa es petróleo, que siempre ha sido del Estado, desde la conquista hasta la fecha, y otra es la industria que lo explote... que puede ser privada o estatal, nacional o foránea... y fue primero privada y nacional, luego privada y mayormente foránea, y finalmente exclusivamente Estatal por Ley... y desde 1999 tiene el Estado Venezolano una empresa por acciones exclusivamente estatales de carácter constitucional. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, prohíbe clara y expresamente que PDVSA sea del pueblo. Sólo puede ser del Estado.

El asunto es que desde que es propietario directo de Pdvsa, ha sido socialista en toda regla, el Estado venezolano. Fue más socialista antes que hoy, cuando era propietario monopólico de todas las industrias denominadas "estratégicas", que fueron de la telefonía al acero. Hoy, por ejemplo, aún tolera la existencia de compañías telefónicas privadas. Fue más socialista antes, cuando la regulación de precios incluía una gama mucho más amplia de productos que hoy. Y no fue menos socialista Corpomercadeo que Mercal. Ni fue menos socialista el programa de Becas "Gran Mariscal de Ayacucho" que la "Misión Sucre". La principal razón por la que la inmensa mayoría de la población de Venezuela no es consciente de esto, es que los socialistas que gobernaron desde 1958, hasta 1994, no controlaban lo que los marxistas -los granscianos al menos- denominan "poder cultural". Eso le fue delegado a la parte desarticulada, aparentemente más izquierdista -en el infantil sentido que explicaba Lenin la palabreja- y tras casi cuatro décadas el empobrecimiento, corrupción y demás miserias, consustanciales con la naturaleza del socialismo en cualquiera de sus formas, produjeron el inevitable colapso; y el socialismo "cultural" llegó al poder colgado de las charreteras de un grupo de militares que se habían formado y radicalizado en tal ideología.

Puede el socialismo, además de transferir recursos de la población al Estado masivamente, redistribuir sobrantes de unos a otros, y lo hizo tanto el socialismo adeco, como lo hace el socialismo chavista... claro que los beneficiarios no son los mismos.

En el común de los casos, los que antes, poco o nada recibían, son la clientela electoral del nuevo socialismo, y por ende los que más sobrantes reciben directamente... con lo que los que antes vivían de ser clientes del Estado... poco o nada reciben hoy. Obviamente se odian unos a otros, con la misma violencia e intensidad que se odian dos grupos de malandros que peleen por el mismo botín.

El socialismo es como el veneno. A mayor grado, mayor daño, y puede llegar a ser mortal. Para transformar una sociedad capitalista en socialista, se requiere quitar a las personas el control de sus propiedades a fin de concentrar el control de los medios de producción el Estado. Para pasar del socialismo al capitalismo, se requiere seguir la vía contraria. Hay que quitarle al Estado todos los activos que no están dedicados a sus funciones naturales y dárselos a las personas. Como eso no se ha hecho aún en lugar alguno, aún no hemos pasado del socialismo al capitalismo realmente en sociedad alguna. Lo que hemos tenido son lo que Alberto Mansueti describe acertadamente como "reflujos". Retrocesos tácticos del grado de socialismo en situaciones específicas, generalmente seguidos de olas de mayor socialismo radical. Pero eso es algo que, poco a poco, cambiaremos los liberales mediante un trabajo político y cultural de largo aliento. La unidad de las verdaderas fuerzas liberales "por las bases" avanza en Venezuela, sin prisa y sin pausa. Avanza en torno a un programa político desarrollado, para hacer posible y sostenible esa gran trasferencia. Y eso que es lo indispensable... es sólo el principio.


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lunes, agosto 15, 2005

Por qué los peores llegan a la cima



Uno de los peores errores que cometen los proponentes de la planificación centralizada de la economía (ya sean socialdemócratas, socialcristianos, socialistas o comunistas), es creer que los peores aspectos de las tiranías a las que dicha centralización ha dado lugar, son consecuencia de que la persona o grupo equivodado haya tomado el poder central. Si tan sólo la persona con las características apropiadas hubiese llegado al poder, nuestro esquema estatista colectivista centralizado hubiese funcionado. Y es uno de los peores errores, porque después de los rotundos fracasos de todos los colectivismos practicados por la humanidad, esa creencia en que el problema radica en el líder y no en las ideas, ha permitido la reedición de los mismo errores que otras generaciones antes que la nuestra cometieron: subyugarse a una ideología colectivista.

La tesis de este ensayo es mostrar que las peores rasgos distintivos de los regímenes totalitarios son una manifestación, casi inevitable, de las ideas colectivistas subyacentes en cualquier plan que pretenda concentrar el poder de decisión económico en una autoridad centralizada. El análisis que aquí presento no es original, de hecho tiene al menos medio siglo de antigüedad, siendo Hayek quien lo presentó más elocuentemente en su clásico Camido de Servidumbre, de 1944.

En una sociedad basada en el principio del individualismo, cada persona tiene sus propios fines, para cuya consecución debe utilizar ciertos medios, ajustados a un determinado plan. La inherente diversidad y falibilidad humana implica, claramente, que en el proceso social se cometerán errores, ya sea por la elección de medios o planes inapropiados para lograr un determinado fin. Esto es al mismo tiempo normal e inevitable, por el simple hecho que somos humanos, no ángeles con conocimiento exacto de la tecnología (conjunto de medios a disposición) y de las condiciones futuras en las cuales nuestros planes se desenvuelven.

La división del trabajo, esa compleja red de interrelaciones entre productores y consumidores asegura en una sociedad libre que la multitud de objetivos y planes de todos los miembros de la sociedad sean armonizados, por medio del proceso del mercado, con el sistema de precios y la competencia libre. Bajo tal arreglo es claro que no existe tal cosa como "el plan de la sociedad" o de la nación, sólo exiten multitudes de planes individuales, algunos compatibles entre sí, otros mutuamente contradictorios. El sistema de precios provee el mecanismo de coordinación de dichos planes, permitiendo la distribución de los recursos escasos necesarios para la producción de la manera más consistente con las preferencias de los consumidores. Productos o servicios deseados más fuertemente por los consumidores tenderán a subir de precio, aumentando así la perspectiva de ganancias en dichas industrias y atrayendo una mayor cantidad de capital y trabajo. El influjo de capital al área más demandada por los consumidores permite aumentar la producción en dichas líneas, generando un proceso opuesto de caída de los precios. Las áreas menos demandadas por los consumidores verán los precios de sus productos caer, indicando con esto que los recursos allí utilizados son necesitados con más urgencia en otras líneas de producción. La labor de los empresarios es econocer dichas señales y ajustar sus planes de producción de manera que estos estén en concordancia con los deseos de los consumidores, manifestados a través de la compra o la abstención de determinados productos.

La situación es muy distinta cuando el poder de decisión económico ha sido investido en una persona o un grupo oligárquico, el cual tiene como responsabilidad la elaboración y ejecución de un plan económico nacional, al que deben ajustarse la producción, distribución y consumo. Los fines, medios y planes de los individuos deben ser subordinados a este plan nacional, puesto que administradores centrales no pueden permitir que fines distintos o contradictorios al plan central interfieran con los objetivos que han sido trazados por ellos. Las diversas variantes del colectivismo difieren solamente en el objetivo común que la sociedad ha de perseguir, guíada por la sabiduría de la élite gobernante. Sin embargo todas comparten -y esto las diferencia categóricamente del liberalismo- la negación de la existencia de fines y planes individuales y de su supremacía respecto al plan central. Ahora bien, cada persona tiene sus propios fines que cumplir, los cuales vienen determinados por preferencias individuales, por un escala de valores internos y completamente subjetivos. Para que el plan económico centralizado tenga alguna esperanza de funcionar, es entonces necesario que la clase dirigente tenga la voluntad de imponer -por la fuerza de ser preciso- su propia visión de los objetivos que la sociedad debe perseguir. De otra manera, al dejar cada quien a su libre albedrío, la planificación está destinada al fracaso.

Inicialmente, es posible que la élite gobernante intente utilizar la persuasión con el objetivo de poner a la gente de acuerdo, pero como esto sólo es factible lograrlo dentro de grupos muy pequeños, la persuasión resultará rápidamente en el estancamiento de los planes económicos y al descontento de grandes sectores de la población, cuyo único punto de coincidencia es que "algo se tiene que hacer". El problema es "¿qué se debe?" y "¿cómo se debe hacer?". Es un hecho de la naturaleza humana que cada persona es esencialmente distinta a las demás, a pesar de compartir ciertos rasgos generales con sus semejante. Esto hace que a medida que el grupo en cuestión crece y el ámbito de acción del gobierno se expande, se hace cada vez más difícil lograr consenso en las medidas necesarias, a las cuales todos los miembros del grupo deberán someterse en el futuro. Cualquier persona que haya socializado alguna vez en su vida, habrá experimentado lo que acá describimos. Es relativamente fácil ponerse de acuerdo con dos personas en el destino de un viaje, que con treinta. Si el éxito del viaje depende de que los treinta se adhieran al plan, un subgrupo se verá obligado a imponerlo. A medida que el grupo crece, la situación se hace peor, hasta que llegamos a nivel nacional, con millones de personas, cada una con planes y objetivos diferentes y contradictorios entre sí en ocasiones. Ahora bien, una persona que respete los derechos de los demás y la diversidad inherente en la especie humana, tendrá una probabilidad muy baja de participar en tal experimento de planificación a escala nacional, el cual supondrá imponer sus valores sobre el resto de la sociedad. Lo más probable es que la persona o grupo encargado de llevar a cabo los planes de la nación sean los de menos escrúpulos y los más propensos a sobreestimar su propia capacidad de comprender las condiciones y situaciones que se desarrollan a su alrededor. Prepotentes y soberbios, con toda seguridad serán los mandatarios que emprendan tal aventura.

Luego se tiene que mientras más alto el nivel educativo, intelectual y cultural de los miembros de un grupo, mayor será la diversidad de gustos y visiones del mundo que estos tendrán. Será, por lo tanto, más difícil lograr cohesión de grandes cantidades de los miembros de la élite intelectual que de las masas del pueblo. Si el líder desea uniformidad de criterios entre sus seguidores, se verá obligado a imponer una especie de mínimo común denominador moral y esto sólo lo podrá lograr bajando en la escala moral y no subiendo. Además de esto, para segurar el apoyo de las masas será necesario que el liderazgo las convierta en creyentes de una moral predeterminada para servir al propósito específico de la élite. Esto último será más fácilmente logrado apelando a los mimebros de la sociedad más crédulos, ignorantes y de convicciones débiles. Finalemente, es casi una constante de los grupos humanos que generalmente es más sencillo convencerlos de aglutinarse en torno a un programa negativo, que en torno a uno positivo. Enemigos externos e internos, reales o imaginarios son frecuentemente utilizados por los futuros tiranos para lograr el apoyo de la opinión pública y de las masas ignorantes. Los judíos de la Alemania nazi (Nazionalsozialist), los kulaks de Stalin o el imperialismo capitalista nos vienen a la memoria.

De manera que los más aptos para cumplir con la tarea de cohesionar a un colectivo alrededor de un ideal nacional, serán por lo general aquellos que estén más dispuestos a imponer sus ideales por la fuerza y a apelar a los instintos y temores más básicos de las gentes, despreciando o relegando las tradiciones y principios morales que existían anteriormente al inicio del camino hacia el totalitarismo. Sin duda, estas no son características que podamos calificar de deseables, pero que sin embargo son necesarias para ser exitosos en una sociedad que camina hacia el colectivismo.

El militante o soldado ideal será aquel que esté dispuesto a hacer todo por la causa común, no el que prefiera destinar sus energías a su causa particular o a colocar criterios morales por encima de los requerimientos del partido, inescrupuloso, despiadado, mentiroso y agresivo.

Esos son los atributos de un buen camarada que quiera escalar las jerarquías del partido.


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domingo, agosto 14, 2005

Insultos al cardenal Castillo: El origen está en los cuarteles y no en las sacristías



En una tierra como la nuestra, donde los escándalos se suceden unos a otros y embotan a la gente, era de esperar una reacción chucuta contra la catarata de palabrotas que le dedicó el Presidente en su programa dominical al cardenal Castillo Lara.

Chucuta porque nunca debió ser motorizada por el sector político sino por la grey católica que era la llamada a reclamar.

Chucuta reacción porque solo se basó en lo obvio sin buscar la explicación profunda que hasta lo aparentemente sin sentido tiene que tenerla.

Es obvio que una sociedad sana no puede aplaudir el método del insulto como política a seguir cada vez que un gobernante se sienta atacado por un ciudadano, sea este Cardenal o pelagatos.

Quizás esto sea un lugar común pero es necesario recalcarlo porque aún estamos a tiempo para frenar una escalada en ese sentido.

En todo caso de no ser porque estamos donde nos ha llevado la dirigencia que tenemos sería lógico suponer que ni el Presidente perdería el control frente a las cámaras de la TV, ni sus adversarios políticos tratarían de capitalizar el descontrol presidencial porque sería la grey católica quien estarìa encargada de organizar la protesta contra esta escalada verbal de Hugo Chávez en vez de los partidos políticos establecidos cuyos voceros demostraron una vez más que son incapaces de cerrar la boca aunque la prudencia lo pida de rodillas.

¿Que ganaron los políticos opositores cuando finalizado el “Aló, Presidente” corrieron a repetir lugares comunes y tonterías porque hubo diputados que criticaron la violación de un artículo de la Ley RESORTE como recomendándole a Hugo que la próxima vez insulte al cardenal a media noche?

¡Nada, aparte de que por ese camino ni aumentan el disminuido caudal de votos que les queda –lo cual en algunos casos puede verse como un hecho positivo- al tiempo que contribuyeron estos políticos de vieja estirpe a eliminar el margen de duda que podían tener los católicos que apoyan al Presidente porque ahora esas personas podrán ir a misa tranquilas, después de constatar que Pérez Vivas, Álvarez Paz, el Vicepresidente de AD, Puchi y un largo rosario de etcéteras son la evidencia de que el origen de estos insultos presidenciales está en las posiciones políticas de Castillo Lara, a quien el Presidente habría insultado por conspirar en malas compañías!

PERO, EL PROBLEMA NO ES RELIGIOSO:



Cambiando de tercio creo que es sano alejarse de los lugares comunes no sin antes aclarar que hay dos situaciones que la sociedad venezolana debe rechazar como el vampiro la ristra de ajos:

Una, la que lleva a involucrar el tema religioso en los asuntos del Estado porque para muestra de horrores a causa de la religiòn basta con vernos en los espejos del Irán de los ayatollas, la Cuba de Fidel y la España de la guerra civil donde los mayores abusos contra los derechos humanos se cometieron y cometen a nombre o en contra de Dios -o del ateismo marxista que es otro tipo de creencia religiosa-.

No será por casualidad que se vive mejor en tierras en donde el Estado está separado de la Iglesia y lo dice un católico practicante.

La otra situación a evitar tiene que ver con que una sociedad sana no puede tolerar que las diferencias políticas entre un alto prelado de la Iglesia y el Presidente se debatan en público y con tono airado como si se tratara de una discusión suscitada entre clientes de burdel ya que vimos como el Presidente echó de la oseta todo lo que se le ocurrió contra el cardenal Castillo

EL ASUNTO MILITAR:



A mi modo de ver las cosas creo que tras de los insultos en realidad yace una conspiración tan chucuta como la respuesta de los partidos.

Conspiración que agrupa los restos del carmonismo y tiene algún nexo con el exterior.

Creo también que a Monseñor Castillo lo han involucrado y que el gobierno infiltró a los conspiradores como tenía infiltrados a los militares de la Plaza Altamira.

Hasta aquí llego porque aún siendo esta alta probabilidad una certeza lo conducente habría sido que Hugo Chávez protestara ante Benedicto XVI o llamara a botón a Su Eminencia o en el mismo “Aló, Presidente” hiciera públicas las evidencias para bochorno del Cardenal si ese fuese el caso.

¿Entonces por qué actuó el Presidente de otra manera?

¿Por qué los insultos?

La mejor explicación la da un batiburrillo en el que se mezclan a partes iguales la profesión militar del Presidente, el signo astrológico del susodicho con Marte retrógrado incorporado en estos días, el saber de la psicología que explica muchas cosas, pero sobre todo el papel que Chávez le ha dado a la Fuerza Armada institución en la que más confía después del 11 de abril cuando vio titubear a la mayoría de los colaboradores civiles.

¿Podría admitir en público un Presidente afectado con ese cuadro tan peculiar siquiera la posibilidad de que algunos de sus hermanos militares están pensando en saltar la talanquera?

Es casi seguro que de allí viene la calculada y teatral arremetida contra el cardenal justo antes de partir a Lima para recibir la Presidencia “Pro Témpore” del Grupo Andino de Naciones.

Los insultos hacen olvidar la profesión de los conspiradores como si derrocar un gobierno fuese cosa de curas.

Ya no habrá motivos para hablar de militares y todo se debe entonces a la actividad de Satanás que habiendo tanta muchacha bella por estos lares la cogió por meterse en los faldellines de las sotanas de algunos prelados venezolanos.

¡Vaya cuento señores!

ASÍ ATORNILARON A CASTRO:



Por otra parte, sin que se pueda decir que Su Eminencia está solo, da la impresión que ni todos los obispos ni todos los políticos han querido involucrarse en el tema de los insultos y la conspiración más allá de los comprensibles reclamos contra la incontinencia verbal de Hugo Chávez.

Debe ser que apegados a la realidad no le ven futuro a los golpes militares.

Es que si aquí los conspiradores sembraran papas o marihuana subiría el PTB porque como en todo país petrolero hay mucho ocioso que gasta el tiempo hablando tonterías, eso sí, con voz engolada para que parezca cosa seria.

En Venezuela hay más generales y coroneles en retiro que en los ejércitos de Hitler y los aliados juntos.

¿Pero, suponiendo lo que no va a suceder, qué se podría esperar de un gobierno dirigido por golpistas arbitrarios, sin ningún norte? salvo entrarle a saco a PDVSA porque ese es el proyecto de los estatòlatras desplazados del poder.

Esa es una verdad tamaño catedral aunque los conspiradores consigan dòlares en Miami principalmente.

Apoyando una oposición estúpida los estadounidenses atornillaron a Castro y eso se debe recordar porque así como hay ayudas sinceras... también hay manos peludas que desde el norte interfieren estupida e irresponsablemente porque los que viven fuera no corren ningùn riesgo y tampoco sufren las consecuencias de sus propias estupideces.

Añádale a la ecuación ahora una guerra mediática estilo años cincuenta porque eso es lo que conlleva la Enmienda recientemente aprobada contra Telesur y veremos la repetición de políticas absurdas que son responsables en gran parte del drama cubano.

Si los exiliados de Miami no hubieran encontrado apoyo en el Pentágono para jugar a la antipolítica y al terrorismo lo más probable era que el gobierno de los Castro Ruz no hubiese pasado de diez años.

Por eso en Venezuela primero lo principal que es formar una alternativa liberal al estatismo socialista; al de estos y al de los otros.


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viernes, agosto 12, 2005

El parricidio


La gente empieza a darse cuenta de que el aparato del gobierno es costoso. Lo que aún no ven es que el peso recae sobre ellos.

Frederic Bastiat


Desde que se estatizó la industria petrolera, en agosto de 1975, se produjo una terrible distorsión en la economía venezolana. Hasta ese momento, los ingresos de los gobiernos, fundamentalmente los que venían procedentes de la industria petrolera propiedad de las transnacionales, se recibían en bolívares. Los impuestos y regalías se le cancelaban al Estado en moneda nacional.

INGRESOS EN DÓLARES Y GASTOS EN BOLÍVARES





Pero a partir de la llamada "nacionalización", los ingresos del Gobierno por concepto de la explotación y comercialización de los hidrocarburos empezaron a ser en dólares, ya que el Estado venezolano ahora ya no sólo era dueño del recurso, sino también del capital y las instalaciones de la industria. El petróleo es un bien de exportación cuyo precio y comercialización se denomina y se realiza en una moneda dura y de cobertura global como el dólar. Las exportaciones por hidrocarburos constituyen el 85% de las divisas que ingresan al país. Luego, los gobiernos de turno controlan casi totalmente la actividad económica externa del país, la cual le da sustento y respaldo a los billones de bolívares que circulan en nuestra economía. Por otra parte, la dependencia de los recursos financieros provenientes de la industria y el comercio del petróleo constituyen ellos por sí solos casi la mitad de los ingresos ordinarios que recibe anualmente el Gobierno. Sin embargo, la inmensa mayoría de los gastos del Estado -es decir, el pago de las nóminas de los 26 ministerios que tiene el Gobierno, las misiones, el financiamiento de los institutos autónomos, todo eso que se denomina gasto corriente y que representa el 80% de las erogaciones que hace el Ejecutivo- se hacen en bolívares.



Al controlar la mayoría de los dólares, los gobiernos de turno a través del BCV y mediante su expansión fiscal empezaron a manipular la emisión de dinero y por ende a generar distorsiones en la política monetaria. Antes del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez el Banco Central de Venezuela era una institución mixta, en donde el 50% de sus accionistas eran privados. Estatizado el BCV mediante una Ley Habilitante, y abandonando el Gobierno su disciplina fiscal debido al sobreingreso petrolero que se produjo a mediados de los años 70, se erosiona rápidamente la disciplina monetaria y fiscal. Se expande sin control la oferta monetaria, la liquidez ampliada como se le conoce, como consecuencia de un Estado que comienza a gastar mucho más de lo que le ingresa. Para financiar esta orgía de gasto apela al masivo y sistemático endeudamiento público externo e interno amparándose en el control que tiene del negocio petrolero.



Con una política irresponsable de expansión del gasto y de emisión de dinero, se producen fuertes presiones inflacionarias y expectativas devaluacionistas que hacen colapsar el tipo de cambio en Venezuela que había mantenido una estabilidad de 100 años, desde que Guzmán Blanco creara el sistema monetario moderno en 1876, con la creación de la moneda denominada "El Venezolano" y luego nuestra divisa, el bolívar, en 1879. Se produce así la devaluación de febrero del '83, que deja atrás para siempre el cambio fijo de 4,30 por dólar.



A partir de allí, lo que sucedió fue muy simple. Eliminando la paridad fija bolívar-dólar, los gobiernos empezaron a manipular la política cambiaria a través de la flotación del tipo de cambio. Así se genera la siguiente perversión: Los gobiernos reciben sus ingresos en dólares y tienen sus gastos en bolívares, pero cuando las cuentas del presupuesto no le cuadran, ya que adquieren compromisos de gasto que rebasan sus ingresos y se endeudan por encima de su capacidad de pago, deciden aprovechar el esquema de cambio flexible para ajustar la paridad cambiaria mediante la devaluación de la moneda. Por medio de esta fórmula, los gobiernos de turno que ha tenido Venezuela en todos estos años, tanto los de antes como los de ahora, obtienen más bolívares por la misma cantidad de dólares que les da la industria petrolera. Este perverso esquema se retroalimenta de una manera que se puede considerar como infernal, ya que el Gobierno devalúa la moneda para obtener más bolívares por las divisas petroleras que recibe, lo cual hace que se produzca una masa de dinero inorgánico que es lanzado a la economía a través del gasto público presionando hacia arriba los precios internos de los bienes y servicios y provocando una depreciación del tipo de cambio real que obliga nuevamente a devaluar.



Con el ciudadano común ocurre todo lo contrario. La gente de a pie recibe sus ingresos en bolívares, pero la inmensa mayoría de sus gastos son en dólares, ya que los precios dentro de nuestra economía se tasan en moneda estadounidense. Esto ocurre por el hecho de que el 60% de los bienes de consumo que se demandan en el país tienen origen importado. Igualmente el componente importado de nuestro Producto Interno Bruto es superior al 50%. En otras palabras, las cosas que compramos los ciudadanos están totalmente dolarizadas. Pero uno de los pocos precios que no se determina en dólares, es el salario de los trabajadores, el cual es en bolívares, por cierto, cada vez más devaluados.



LA ECUACIÓN DE LA POBREZA





He aquí la ecuación de la pobreza en Venezuela. Por un lado, un gobierno cuyos ingresos más líquidos y mayoritarios son en dólares y sus gastos son en bolívares, mientras que por otro lado tenemos una población que recibe sus ingresos en bolívares y sus gastos los cancela en dólares. Los gobiernos de turno devalúan para hacer rendir sus dólares, mientras que los ciudadanos ven destruida la capacidad de compra de sus bolívares frente a los precios cada vez más dolarizados.



Por eso nuestra moneda nacional se ha devaluado en 20 años un 70.000%. Este ha sido el expediente al que han recurrido los gobiernos para obtener el financiamiento de sus presupuestos. Hay ejemplo muy sencillo y elocuente para entender el fenómeno. Antes de la devaluación de 1.920 bolívares por dólar a 2.150, ocurrida en marzo pasado, la deuda interna pública ascendía a unos 15 mil millones de dólares. Con la devaluación, de un plumazo, esa deuda pasa a ser de unos 13 mil millones de dólares. Con la manipulación cambiaria, el Gobierno se ahorró 2 mil millones de dólares. Con los pasivos laborales que el Gobierno adeuda a sus trabajadores ocurre lo mismo. A principios del año 1999 estos compromisos alcanzaban los 20 mil millones de dólares y ahora, luego de las sucesivas devaluaciones ocurridas durante los últimos 6 años, el monto de esa deuda bajó a 13 mil millones de dólares. Es decir, una descapitalización inmensa de los ahorros de millones de ciudadanos que laboran al servicio del sector oficial. El Estado se ahorra dos mil millones de dólares en el pago de la deuda interna y 7 mil millones en pasivos laborales, de esta forma se ayuda para cuadrar sus cuentas fiscales. Esto sucede debido a que los ingresos del Gobierno son en dólares y la mayoría de sus gastos en bolívares. Así vemos la manera en que el Gobierno puede satisfacer el pago de sus obligaciones con los banqueros y reducir la deuda con sus trabajadores a costilla de los pocos ahorros que pueden hacer las personas en bolívares y del poder adquisitivo de los salarios de millones de compatriotas.



Mientras esta situación se mantenga, no habrá forma de evitar que el Estado financie su derroche y su déficit fiscal a cuenta de las devaluaciones. Esto ha venido ocurriendo sistemáticamente desde hace 20 años. El problema estriba en la posesión de los llamados petrodólares. De seguir los mismos en manos de los gobiernos de turno, el incentivo para devaluar será siempre demasiado poderoso.



Con una moneda devaluada, que vea erosionada sistemáticamente su capacidad de compra, no se puede consumir y mucho menos ahorrar. Al no haber ni consumo ni ahorro, no hay inversiones productivas. Cualquier sociedad se levanta con ciudadanos que tengan capacidad de consumir para satisfacer sus necesidades básicas y también capacidad de ahorrar para financiar un sistema de ahorro colectivo que capitalice y fortalezca el sistema financiero y se abarate de esta forma el precio del dinero, es decir el crédito. Sólo así se pueden generar numerosas inversiones para lograr el crecimiento económico y fuentes de empleo.



EL CÍRCULO DE LA POBREZA





Pero al no haber inversiones productivas no se generan fuentes de empleo y si no hay fuentes de empleo no hay ingresos y no hay consumo. A esto también se le llama el círculo de la pobreza y opera de la siguiente forma: La caída del consumo hace que se genere un proceso de desinversión por parte de las empresas, ya que se reduce el universo de consumidores y por ende se constriñe la demanda de bienes y servicios. Igualmente, al no haber inversiones se dejan de generar puestos de trabajo, frente a un crecimiento constante de la población laboralmente activa. Esto hace que las personas que salen a buscar trabajo todos los años no consigan dónde emplearse y se vean obligados a practicar lo que denominan economía de sobrevivencia, la cual se caracteriza por una caída significativa de la capacidad de consumo por parte de la población. Allí se cierra el círculo, para nuevamente abrirse e iniciar su interminable secuencia de empobrecimiento.



El parricidio es el término que se utiliza para calificar el asesinato de un padre a manos de su hijo. Si el Padre de la Patria es Simón Bolívar y nuestra moneda en honor al héroe, ha sido ultrajada, mancillada, erosionada y devaluada, criminal y sistemáticamente en su capacidad de compra al punto que ya vale menos que un peso colombiano y se ha devaluado en más de un 70.000%, entonces lo que se ha perpetrado contra nuestra divisa nacional desde el llamado "viernes negro" del 18 de febrero de 1983 hasta el presente, constituye lo que podríamos llamar una suerte de parricidio en contra de ese ilustre prócer que nos engendró como nación. Esto es bueno recordarlo, precisamente hoy, día del natalicio del venezolano que nos dio el ser como República soberana.



LOS PARRICIDIOS DEL FUTURO





Luego de aprobar una reforma a la Ley del BCV que le permite al Gobierno disponer de 6 mil millones de dólares de las reservas internacionales, lo más seguro es que el Ejecutivo gaste este dinero en función de obtener beneficios electorales en este año 2005 y sobre todo en el 2006. Esa expansión del gasto aumentará la liquidez monetaria y apuntalará la inflación, lo cual hará que se deprecie nuevamente nuestra moneda y el tipo de cambio real. El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, ha prometido que no habrá devaluación en el año 2006, por lo que el precio del tipo de cambio para calcular el presupuesto del venidero año se hará sobre la base de 2.150 bolívares por dólar. Realmente cumplir esa promesa será muy difícil, por lo que se espera para el 2006 un dólar a 2.300 ó 2.400 bolívares. Pero en todo caso, de generarse el ingreso en dólares por los buenos precios del petróleo que permitan retrasar la devaluación el año que viene, ésta se producirá sin duda para el 2007.



El parricidio que ejecutamos en contra de la memoria de El Libertador al devaluar el signo monetario que lleva su nombre, a diferencia del parricidio físico, se puede perpetrar varias veces. Pobre legado de Simón Bolívar que está condenado a ser asesinado miles de veces por sus malos hijos.




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