html> Resistencia Civil: julio 2005

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sábado, julio 30, 2005

Causas de la abstención: ¡Candidatos sin programa!



Sorprende que a pocos días de la elección de sopotocientos concejales y muchos miembros de juntas parroquiales nadie le exija a estos honorables patriotas que a cambio del voto presenten credenciales, programas y las acciones que piensan llevar a cabo una vez proclamados en sus cargos por el doctor Jorge Rodríguez.

Y con esto me basta porque como es sabido en Venezuela no se puede hablar de ideas so pena de terminar execrado por algunos medios que no quieren saber nada a ese respecto, llegando a vetar a los políticos que se atreven a decir que creen en algo.

No en balde en estos tiempos solo el Presidente y los liberales acostumbramos ventilar en público las distintas maneras que tenemos de ver e interpretar al mundo y un viajero que recale en nuestra tierra nunca sabrá a que atenerse con el resto de los factores que inciden en la política porque a tenor por lo que declaran si alguna vez les toca gobernar pasaran el tiempo organizando marchas, protestas y bailoterapias.

Al respecto entonces dejo colar dos detalles y ustedes dirán que son pocos pero yo respondo que es suficiente para aclarar posiciones:

Uno, que los candidatos del gobierno en vez de convencer electores, propuestas por delante, adoptaron la estrategia de esconderse tras la figura y los “consejos” del ciudadano Presidente.

Pretenden que para ser concejal solo basta ser “chavista”.

Y dos, que la oposición estatólatra y cuartorepublicana tampoco habla del asunto y los candidatos aspiran que sus electores les premien por criticar todo lo que haga o deje de hacer el ciudadano Presidente.

Que no se extrañen después los venezolanos cuando los concejales cambien sin aviso la zonificación urbana o cuando descubran que ninguno de los elegidos atiende con honestidad sus tenderetes y les basta con pasar por “go” cada 15 y último a cobrar sus nada modestos emolumentos.

En Sucre y Baruta de Miranda las juntas parroquiales milagrosamente se reúnen una vez por semana y sus miembros cobran dos melones al mes, cinco salarios mínimos lo que no está mal para unos cargos en los que el porcentaje de graduados universitarios no llega al 20 %.

Lo bizarro de la situación comentada aflora cuando a tres semanas de la elección entre lo poco que se escucha en los medios están los lamentos de gente que no se va a contar en estas elecciones porque buscan votos a futuro diciendo que “no confían en el CNE”; o las acusaciones contra el Presidente por parte de quienes buscan arrimar la sardina a su candidato sin tener que explicar las ventajas para no repetir lo dicho de los candidatos oficialistas a los que les basta con meter la cabeza en una franela roja para sentirse concejales.

CHAVEZ, JESSE CHACÓN Y RAÚL LEONI



Por cierto es vergonzosa la campaña de embustes que unos y otros adelantan aprovechando la cercanía de las elecciones:

El gobierno en vez de promover por medio de sus candidatos reformas urbanas, la rebaja de los impuestos locales o la efectiva implantación de la justicia de paz en los municipios parece haber contratado a Boris Karloff como asesor de campaña cuando a pocos días de la elección recuerdan el horroroso asesinato del profesor Lovera, y escurren el bulto porque de otra manera tendrían que acusar a los militares responsables del crimen, entonces, siguiendo el guión macabro creen que se ganan votos para concejales señalando arteramente a quien por su bonhomía fue incapaz de ordenar un asesinato, valga decir al presidente Raúl Leoni.

En esto se parecen a los opositores escuálidos que en vez de convencer electores de sus bondades creen ganar votos acusando irresponsablemente al presidente Chávez o al ministro Chacón por el asesinato de los tres estudiantes de la USM en vez de alertar que crímenes como este son una consecuencia de la ideología colectivista, estatista y socialista de Hugo Chàvez.

Ideología que le hace creer a un policía de mala conducta que por representar a “un colectivo” puede llegar a matar al “individuo” que se le atraviese cuando está malhumorado.

Si se impone la filosofía de candidatos sin ideas y proyectos no será extraño que el próximo Presidente no tenga que presentar programa de gobierno.

Le bastará con anunciar un fraude o acusar a sus adversarios de haber urdido la muerte de Ezequiel Zamora.

Por eso digo que la señora María Corina Machado no tiene que buscar la quinta pata del gato... para explicar la alta abstención basta con señalar a los candidatos que se presentan a una elección sin propuestas ni programas.

¡Como una Miss Venezuela que pretendiese ganar la corona sin pasar por el quirófano de un cirujano plástico!



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martes, julio 26, 2005

No se necesita una Ley de Policía Nacional: La solución empezaría con una Ley Nacional de Policías


Gobierno no significa razón. No significa elocuencia. Gobierno significa fuerza, y como el fuego, es un sirviente peligroso y un amo temible.

George Washington


La naturaleza del gobierno es lo que define sus limites, un gobierno que los excede, no es más que un gobierno desnaturalizado. Como los gobiernos son entes de naturaleza represiva, deben limitarse a las funciones represivas. Si ha de existir gobierno, es para proteger los derechos individuales a la vida, libertad y propiedad de todos y cada uno de los gobernados. Y la única forma de hacer tal cosa, es mediante ejércitos, policías y tribunales.

Del que los gobiernos se excedan de sus funciones naturales resulta una gran cantidad de males terribles, de los que para efectos de seguridad y defensa se destacan cuatro:

  1. Desatienden los gobiernos sus funciones naturales.

  2. Se mezclan desordenadamente organismos públicos, naturalmente distintos y distantes.

  3. Se exceden también los gobiernos en poderes y atribuciones.

  4. El exceso se torna entonces en norma de conducta para los funcionarios.


En Venezuela sufrimos gobiernos crecientemente excedidos en funciones, poderes y atribuciones por décadas, con lo que ha crecido el empobrecimiento, la inseguridad jurídica y nacional, y ha caído la calidad de vida y la esperanza de progreso de la población.

Que la misma población se da gobiernos cada vez más excedidos, esperando de ello la solución de los problemas que el exceso de gobierno produce, es el único problema “cultural” a resolver por medio de la educación (en un sentido amplio) en nuestro país.

DEL EXCESO GENERAL AL CRIMINAL



Los asesinatos de estudiantes universitarios en el barrio Kennedy, se pueden calificar de exceso criminal del gobierno. Tan poco novedoso es el crimen en sí, como el método de encubrimiento intentado... que hasta el Presidente de la República se pregunta públicamente: ¿Cuántos inocentes no habrán sido asesinados impunemente de la misma forma?. Que un funcionario con casi siete años de gobierno diga que está tan consciente, como escandalizado de estos crímenes, para agregar que no se ha podido ocupar de lo que origina tales crimines, debido a que en algun trimestre de alguno de esos siete años sufrió un paro petrolero, y durante tres días de otro, un intento de golpe de estado -de cuyo fracaso salió fortalecido- nos habla de las excusas de todo gobierno excedido. Con o sin paros e intentos de golpe de estado, no se pueden ocupar de sus funciones naturales los gobiernos desnaturalizados de ayer y hoy. Y cada vez que el exceso de los funcionarios particulares, supera escandalosamente el del gobierno general, la atención que se le presta por escándalo al crimen de tales funcionarios, tiende a traducirse en nueva legislación por la que se incrementa el exceso de funciones, poderes y atribuciones del gobierno. Obviamente es un circulo vicioso.

EL MAYOR DE LOS EXCESOS



Ya que los presuntos asesinos serían funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar, actuando en complicidad con otros de la policía judicial, encontramos la separación entre funciones civiles y militares excedida. En un gobierno limitado, ordenado y eficiente, la función de un organismo de inteligencia militar sería proveer a los mandos, con toda información sobre los enemigos potenciales necesaria para la defensa nacional. Cosa que no tiene relación, más que accidental y ocasional, con las funciones y atribuciones de las policías.

Que los funcionarios militares y policiales que sufren el asesinato de algún colega, se dedicaran a la venganza buscando y asesinado a los culpables, sería un crimen terrible... y muy peligros para la población, entre otras cosas, porque están muy lejos de ser infalibles. El que en lugar de eso actúen como fuerza nazi de ocupación, reduciendo sus “venganzas” a ninguna búsqueda real, razias de abusos sistemáticos, y el asesinato de los primeros pendejos que encuentren en la zona de la razia criminal, es la razón más importante por la que no se puede tolerar lo primero. Inevitablemente conduce a lo segundo... y aún a cosas peores.

PANTALLAS Y OLVIDOS



El que una oposición no menos estatista -y por ello con su propia responsabilidad histórica de excesos gubernamentales, generales y criminales- pida un voto de censura contra el Ministro del Interior, por el presunto crimen de funcionarios de inteligencia militar en complicidad con funcionarios de la policía judicial, en lugar de empezar la solicitud de tal voto de censura por el Ministro de la Defensa, resulta curioso y lamentable.

Que el Presidente de la República hable de las políticas policiales de “cero tolerancia” y del lema de campaña “plomo al hampa” como causas de fondo de tal tipo de crímenes, no es menos curioso, ya que el candidato que tal campaña realizó venía de ser su ministro de la secretaría, y fue el más votado de los candidatos de su partido. El salto de talanquera posterior no resta nada del completo respaldo que la campaña política -con tono, promesas y lemas- de tal personaje recibió del primer mandatario. Sin tal respaldo jamás habría sido Peña Alcalde Mayor, y prueba de ello es que con el talanquerazo que le hizo perderlo dejó de serlo. Otra cosa es que nada tenga que ver el mentiroso populismo de los destemplados gritos del candidato Peña -prometiendo crímenes espantosos como supuesta acción de gobierno en plena campaña electoral- con el verdadero significado de “tolerancia cero” como filosofía de acción de las policías preventivas. La tolerancia cero con las violaciones menores a la Ley, para ser efectiva, empieza por casa. Por los propios cuerpos policiales preventivos.

SOLUCIONES FALSAS Y VERDADERAS



Sí otros crímenes, como los barrio Kennedy, han sido exitosamente encubiertos por los asesinos mediante la complicidad, es crítico recordar que se requiere para ello de la complicidad, activa y pasiva, de funcionarios que pueden ir desde lo militar hasta lo policial, pasando por lo judicial. Por ello no es razonable que la misma Asamblea Nacional que nombra comisiones especiales para investigar una red de presuntas complicidades criminales de tal tipo en el Estado Guarico, respondiese al problema de fondo de los excesos policiales -sin ocuparse de los militares- unificando todas las policías en una sola. Así sería más fácil y frecuente la complicidad necesaria para la acción criminal de los malos funcionarios, y desaparecería la sana y necesaria competencia política entre gobiernos regionales, por dar respuestas policiales propias y eficientes en la búsqueda de votos. Y sin eso, de poco servirían cursillos “intravenosos” de derechos humanos, especialmente cuando la otra parte del problema está en la ideología estatista que se enseña en las escuelas de formación policial... sin dejar de lado otros graves excesos que al interior de alguna de tales instituciones se ha denunciado públicamente, ayer como hoy.

El espectáculo de funcionarios de inteligencia militar haciendo de policías, así como policías en el papel de guardaespaldas de funcionarios, servicios de inteligencia policial patrullando disfrazados (y armados) de militares, policías judiciales cumpliendo funciones de patrulleros, o de patrulleros investigando en el papel de detectives judiciales, es una feria de excesos -y confusiones- que únicamente daña la seguridad de la población... y aún del Estado.

Lo que necesitamos es empezar por separar claramente lo militar de lo civil, y continuar separando claramente funciones, atribuciones, poderes y limitaciones de una policía nacional de investigación judicial (que existe ya) dedicada única y exclusivamente a eso, en cooperación con policías administrativas y preventivas municipales autónomas, dedicadas, única y exclusivamente a eso, y policías estadales, también administrativas y preventivas, restringidas a extensas zonas rurales y vías públicas estadales únicamente. Y acaso... una policía nacional de aduanas. Eso es lo que se necesita separar, organizar y limitar por ley, para la seguridad de la población. El resto es la seguridad del Estado, que es un asunto de inteligencia militar -y civil- distinto y distante de la policía. Y como tal debe ser separado y manejado eficientemente dentro de los limites de la Ley. Y eso, que sería un buen principio, es tan sólo el principio.




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lunes, julio 25, 2005

Juventud venezolana: ¿Apática o miedosa?

Por: Leonardo M. Méndez

Los liberales inteligentes adoptan la palabra partido como necesaria, como honesta en política. Los asustadizos la rechazan como peligrosa, y a fuerza de rechazarla, vienen a ser el juguete de los hombres diestros de todos los partidos.

Tomas Lander


A una multitud tan grande y heterogénea no puede calificársele de apática o miedosa tan fácilmente. Son muchos lo factores que empujan a una persona a no actuar ante una circunstancia especifica. Algunas personas, posiblemente, en son de alborotadores, para tratar de pescar en río revuelto, han querido hacer ver que la juventud venezolana puede calificársele de alguna de estas dos formas, o de las dos, cosa que dista mucho de la realidad. ¿Intentan así hacernos tomar acciones de calle descontroladas?

Los hombres genéticamente no hemos cambiado mucho desde las gestas libertadoras, o más recientemente, desde el derrocamiento del último dictador. Lo único que ha cambiado son las circunstancias, la forma de ver las cosas y analizar los resultados posibles de nuestras acciones. Otrora los jóvenes se veían mas impelidos a realizar acciones de calle, no por su bravura, si no, por que creían realmente que esa era la vía para alcanzar sus objetivos, y sobretodo, creían en las metas que perseguían.

Estas acciones tomadas por los jóvenes se daban, sobre todo, en situaciones que pudieran tildarse de puntos de quiebres. Cuando la opresión del régimen era no solo evidente, también era sentida por todos en carne viva. No necesariamente tienen que haber sido golpeados todos los estudiantes, si no, que la situación de represión tiene que observarse como generalizada, y sentir que en cualquier momento el siguiente puede ser uno.

Estas razones son bastantes para no tildar a nuestra generación de cobarde o indolente. El pasado reciente de Venezuela nos ha empujado a ello. Los jóvenes venezolanos, y yo puedo ser un ejemplo, nos hemos vuelto algo paranoicos. ¿Quien me garantiza que la desgracia de los estudiantes asesinados por los funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar no fue premeditada para generar una escalada de violencia estudiantil? ¿O que este dándosele, al menos, grandes dosis publicitarias para que así sea? No creo que pensar de esta forma no sea valido, o se este siendo demasiado paranoico, cuando no hace dos años sufrimos un golpe de estado iniciado o justificado, por unos asesinatos por parte de otros grupos de seguridad del Estado.

La falta de acción de calle, pero hasta política, como mas abajo ahondare, también tienen su causa en las practicas represivas del gobierno y perseguidoras de la disidencia política. Muchos no quiere que se les tilde de opositores, esperando recibir en un futuro cercano alguna dadiva o prebenda del gobierno. Sin darse cuenta que esta actitud servil y mercantilista, los lleva cada vez más a la perpetuación del actual estado de cosas, el cual todos detestan. Todos quisieran que no tuvieran que ser adulantes y temerosos del gobierno para conseguir no solo favores o rentas del mismo, si no para también, conseguir las cosas mas simples y necesarias como una cedula, pasaporte, cirugía medica, etc.

También en la mente de muchos existe un comportamiento que puede tildarse de autista. Prefieren pensar que la cosa no es con ellos, que lo que pasa en la Asamblea, en la calle del sector Kennedy, o en los hospitales, no les afecta, o no les afectara. La corresponsabilidad es un concepto por muy pocos manejado, incluso hasta en casos tan cercanos como la paralización de clases en una universidad, como en Faces de la UC, en la cual hay cerca de 14.000 estudiantes, por solo 8 encapuchados armados con piedras. Ninguno actúa para sacarlos y exponerlos ante la sociedad universitaria con el fin que no sigan repitiéndose estas acciones.

Por ultimo quiero impelerlos a analizar correctamente la situación de libertad de expresión y asociación política en el país. Es verdad que en Venezuela se han transgredido gran número de veces los derechos humanos por parte del gobierno. Pero también es verdad que aun existen partidos políticos opositores varios, y gran cantidad de medios de comunicación contrarios al mismo. Esta situación debemos aprovecharla mientras la tengamos, y así tratar de detener la llegada de situaciones peores. Les invito a que se reúnan para tratar de realizar labores políticas alrededor de las ideas y preceptos liberales, si es que comulgan con estas ideas, que para mi son la verdadera y única forma de terminar con Estados como estos. Estados capaces de generarnos estos miedos a la asociación política, que es tan natural y humana como cualquier otra, a la par de otros males como la corrupción incontrolable y los empresarios adeptos al gobiernos que capturan rentas del mismo, a pesar de ser tremendamente ineficientes en la producción.

Quiero terminar retomando entonces la cita de Tomas Lander, 1844, extraída del libro de Alberto Mansueti, ¿Que es el liberalismo?:
"Los liberales inteligentes adoptan la palabra partido como necesaria, como honesta en política. Los asustadizos la rechazan como peligrosa, y a fuerza de rechazarla, vienen a ser el juguete de los hombres diestros de todos los partidos."


A la cual agrego que no podemos quedarnos pacientemente esperando que los actuales políticos estatistas de oficio -pues en buen sentido todos somos políticos- tomen las decisiones que nos regirán la vida, pensando que saben lo que hacen, por que no lo saben.




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martes, julio 19, 2005

Por ser jóvenes y parecer pobres a nombre del estatismo matan tres estudiantes.



Es evidente: Toda la sociedad reaccionó indignada a raíz del vil asesinato de los estudiantes de la Universidad Santa María y no era para menos.

Ante casos tan escabrosos como este no hay polarización que valga porque aquí podrán abundar los hipócritas pero no somos sanguinarios los venezolanos.

La sangre joven derramada hirvió como si hubiese vuelto a la vida en los corrillos callejeros, columnas de prensa, editoriales de los medios radioeléctricos y por supuesto en esa mezcla de dolor, rabia y temor expresada por los compañeros de muertos y heridos.

Sin embargo y más allá de las naturales protestas, algunas de las cuales parecen estar buscando votos y no proponer soluciones, es oportuno recordar que ni es la primera vez que policías delincuentes asesinan a personas en Venezuela ni tampoco la primera ocasión en que gobernantes, gobernados, políticos, curas y periodistas ofrecen soluciones a esta aberrante situación que nos coloca entre los países donde la civilización de los Derechos Humanos está menos desarrollada a pesar del articulado que a ese respecto proclama lo contrario en la Constitución de 1999.

Todos ofrecen pero igual estos hechos siguen ocurriendo.

ERAN JOVENES Y PARECÍAN POBRES.



Al respecto y en ánimo de plantear soluciones debo decir que los jóvenes muertos cometieron dos “crímenes” ante los ojos de sus victimarios: El primero ser jóvenes y el segundo parecer pobres.

Si esos desafortunados muchachos se hubiesen topado con la DIM en una urbanización de la clase media caraqueña aún estarían vivos; robados de sus pertenencias como celulares, relojes y carteras, pero vivos, porque por muy igualitaria que pretenda ser nuestra sociedad, en realidad no lo es y los policías asesinos calcularon que podían matar unos muchachos en un barrio que paradójicamente se llama “Kennedy” y simular un enfrentamiento para justificar las muertes porque en Venezuela el Estado de Derecho no incluye a los más débiles y esos evidentemente son los pobres que son mayoría cuando la economía se maneja con criterios estatistas.

Si los estudiantes asesinados se hubiesen topado por el contrario con una “Comisión” de Poliguárico, en una desolada carretera llanera,... probablemente hoy día habrían muerto todos y hasta prosperaría la hipótesis del “enfrentamiento” con siembra de armas incluida por parte del CICPC que habría acudido solícito a reparar lo irreparable.

A este respecto anoto que aún siendo la DIM un organismo de policía política ignoraban sus agentes que debido a los cambios ocurridos a partir de 1998 ahora viven gentes pobres en las urbanizaciones donde supuestamente solo accede la clase media y también hay muchachos de barrio cuyas familias o ellos mismos pueden hacer el esfuerzo de financiar una carrera universitaria en universidades privadas cuyas mensualidades están en el orden de dos salarios mínimos.

El otro problema es el acoso constante que los jóvenes soportan de parte de todas las policías porque en esto solo varían los grados del acoso pero igual actúan las policías nacionales como las descentralizadas.

LA MATANZA PUEDE REPETIRSE



Por más que proteste y pida excusas en su programa semanal el ciudadano Presidente, al cual no se le puede responsabilizar por estas muertes más allá de cierto punto, es muy difícil que este tipo de asesinatos no vuelvan a repetirse en el futuro.

Al menos no en Venezuela, y allí entro a esbozar soluciones, en tanto no se supere en nuestro país el estatismo que como filosofía de vida es la ley con que gobiernan en Venezuela los Presidentes desde que el catire Páez acaudilló la separación de la Gran Colombia.

¿No se dan cuenta los lectores que en el fondo los asesinos actuaron creyendo que ellos, por ser representantes del Estado, tienen o tenían para el momento del asesinato, mayores y mejores derechos que unos estudiantes que solo representaban las individualidades de cada uno de ellos?

¿Que le puede importar la vida de nadie a un policía que se cree libre de toda responsabilidad solo por representar un ente colectivo al que cree superior a los derechos individuales de cada ser humano?

¡Esa es la manera de pensar del estatismo que explica en gran parte las razones de nuestro fracaso y ante esto de poco vale que el propio Estado haya actuado correctamente una vez conocidos los hechos que condujeron a la matanza en el Barrio Kennedy!

Y frente a ese mal que ayer mató a tres estudiantes pero que cada día mata más gente por vía del empobrecimiento generalizado solo queda enfrentar las cosas desde la trinchera del individualismo liberal y libertario que es el único sistema de pensamiento que en estos días puede garantizar prosperidad y vigencia de los Derechos Humanos.

¡Cualquier otra propuesta que venga de la izquierda estatista y estatólatra es pura paja!



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lunes, julio 18, 2005

La "ruta democrática" nos trajo hasta aquí: La salida es el capitalismo liberal


¿Cuántas veces escuchamos que “muchas condiciones se exigen para gerente de una empresa; mas no para Presidente de la República”? Bueno, por un momento imagine y suponga que la Constitución exigiese X o Z credenciales para Presidente. Pero en tal caso, ¿quiénes irían a valorarlos? ¿Cualquiera ...? ¿Cualquiera de la multitud con derecho a voto? Ahí esta la clave.

No propongo un golpe de Estado. Se necesita educar a la gente para que aprenda a votar; y educar es persuadir, precisamente lo contrario a golpismo. Que la gente aprenda qué es un Gobierno, para qué sirve, cuando es bueno y cuando malo. Es la única vía para salir del marasmo. Y aprender a distinguir regímenes políticos y económicos: qué es una democracia; y qué es una economía libre. Tal vez comenzar con Democracia, en pocas lecciones. Cortitas.

1. La democracia se define más por el derecho a ser elegido que a elegir. Por siglos, “democracia” ha sido el derecho universal al sufragio pasivo más que al activo. Si los altos cargos públicos están abiertos a ser ocupados por personas de cualquier clase y rango social, eso es Democracia, en principio. Cualquiera puede ser nombrado. Y lo opuesto es Aristocracia, de nacimiento o abierta al mérito; que cuando degenera se convierte en Oligarquía. De modo que si Ud. se queja porque no se exigen al Presidente condiciones como a un gerente, lo que Ud. sugiere se llama “aristocracia”.

2. Democracia no es sinónimo de República. Otra cosa es que los cargos públicos sean de elección popular o no, según el sufragio activo sea más extenso o menos: que cualquiera pueda o no votar. Si los principales cargos públicos -comenzando por el Jefe de Estado- son electivos, eso es una República. Y pueden ser abiertos a los de cualquier clase, y la República es democrática, como las occidentales; mas no implica Economía de libre mercado, eso es cosa bien distinta. Y si los cargos son cerrados al pueblo, la República es aristocrática, como muchas ciudades antiguas y medievales y después naciones enteras. Las Repúblicas nazis y socialistas, donde los cargos sólo son para los miembros o adherentes del partido único, son Oligarquías. Lo contrario a República es Reino o Monarquía, que puede ser democrática, como en España o Inglaterra, o no, como en Arabia Saudita, independienemente que la Economía sea libre o no.

3. Ningún régimen político es completamente democrático. Pues no todos los cargos públicos son de elección popular, ni abiertos a cualquier aspirante. En Venezuela, ¿quién elige a los militares, a los Ministros, y a los jueces? ¿Y de entre cuáles candidatos? Son cargos públicos, mas no abiertos a todos. Ni de elección popular -como hubo jueces en EEUU, y hay ciertos fiscales. E igual pasa con profesores, maestros y médicos a sueldo del Estado. Otros altos cargos no son públicos, y es lo mismo: los Obispos p. ej., aunque en la Historia los hubo de elección popular, incluyendo al de Roma. Y los jefes de las grandes empresas; por no mencionar a los jerarcas sindicales, algunos de cuyos cargos parecen ser hereditarios ... ¡Esa sí es aristocracia!

4. La constitución real: el régimen mixto. La Constitución escrita puede decir cualquier cosa, pero en la realidad -constitución real- todo régimen político es mixto; se compone de tres elementos o principios constitutivos:


  1. Monárquico: el Supremo Jefazo, el cual puede ser hereditario como el Rey, o elegido como el Presidente, sea que elegido por alguna aristocracia, o bien popularmente. (¿Con poderes limitados o ilimitados? ¿Reelegible o no? Son otros asuntos.)

  2. de aristocracia: que también puede ser hereditaria o abierta al mérito -o algo parecido- como en Venezuela son los puestos ya mencionados: militares, Ministros, jueces, profesores, Obispos, grandes empresarios y capos sindicalistas. (¿Cuáles condiciones se exigen? ¿son o no razonables? Son otros asuntos.)

  3. Popular o democrático: así en Venezuela, los cargos de Presidente, Gobernadores y Alcaldes, legisladores y concejales son todos abiertos, y de elección popular (¿Directa? ¿Universal? Son otros asuntos ... ya vienen.)


5. Perversiones e inestabilidad política. Los que sabían de esto -Aristóteles, Polibio, San Agustín, Santo Tomás, Dante Alighieri, Burke, Tocqueville, Acton, Jouvenel; y entre los venezolanos, el Dr. Juan Germán Roscio- enseñaron:

  1. Que la Tiranía, la Oligarquía y la Demagogia son las respectivas formas perversas o degeneradas de cada uno de los tres principios.

  2. Que las perversiones son producto de los abusos de poder, y de la falta de estabilidad política, la cual deviene de dos factores:
    1. El equilibrio de los principios; y no la prevalencia de uno cualquiera con exclusión de los demás.

    2. La concordancia entre Constitución escrita y constitución real; y no la discordancia.


  3. El sufragio indirecto y restringido contribuye a limitar el principio popular.


6. Democracia no es sufragio directo. El sufragio activo puede ser directo o indirecto. En Venezuela, las antiguas Legislaturas regionales eran elegidas por el voto directo de los electores, mas no los Senadores nacionales, elegidos a su vez por las dichas Legislaturas. Hay una justificación razonable: Ud. no puede elegir de entre quienes no conoce. Es un principio general de sensatez, antes aplicado a los puestos de mayor jerarquía. Ud. podía elegir de entre los candidatos de su pueblo, su ciudad o su sector, a quienes sí podía conocer; y estos a su vez elegir a los candidatos para ese puesto más alto, ¿me explico? Ese era el fundamento. Muy sabio.

7. Democracia no tiene que ver con métodos de votación o asignación de puestos. La democracia puede funcionar con elecciones por lista, por circuitos, con uni o plurinominalidad, mayoría y minoría o proporcionalidad, lo que sea. Eso es carpintería. Y el principio popular puede aplicarse con pocas o muchas restricciones al sufragio pasivo y al activo. También es carpintería; pero ciertos detalles de carpintería no deja de tener importancia para prevenir abusos y perversiones.

8. El voto por lista no es satánico. Claro, hay métodos más y menos abiertos al principio popular. Pero no se equivoque: ninguno es perfecto. En Venezuela la elección directa se combinó con el voto por listas de partido, injustamente demonizado. Las listas obedecían a otro principio sensato: Ud. votaba por el partido X porque sabía que sus candidatos eran comunistas, socialistas, conservadores o liberales -según su preferencia- aunque no les conociera personalmente. Con partidos ideológicos, tenía mucho sentido. Pero con la desideologización de los partidos -todos “agua tibia”- y su consiguiente decadencia, y con el igualitarismo y la “uninominalidad” (contra los “cogollos”, ¿recuerda?) nos retrocedieron 100 o 200 años, a la época de los puros caudillos, caudillotes y caudillitos. ¿Quiénes? Los ignorantes encumbrados por los medios. Y después los medios nos quitaron el debate ideológico, y con la discutidera puramente personalista se hizo imposible cuestionar métodos y sistemas, comenzando por el estatismo.

9. Democracia no es sufragio universal. El sufragio universal total, como quiere la ideología igualitarista, no existe en democracia alguna, porque es el camino a la Tiranía por vía de la Demagogia. Siempre hay categorías excluidas del voto. Es el sufragio limitado: no votan los condenados por traición a la patria, corrupción en funciones públicas, delitos electorales, etc. En el pasado, tampoco los analfabetos y personas carentes de fortuna, empleo o medio de vida conocido, o condenadas por delitos; ni los sacerdotes y militares. Distintas razones, muchas de ellas obvias y atendibles, justificaban estas diferentes limitaciones al sufragio activo. Sufragio universal amplio o extendido es cuando cualquiera tiene igual derecho a votar que Ud. y yo. A algunos les parece justo. No sé a Ud., pero a mi me parece una gran injusticia.

10. La democracia tiene límites. También hay materias excluidas de la decisión popular. El derecho a la vida p. ej. Por democrática que fuese su elección, Asamblea o autoridad alguna puede decidir quitarlo P. ej. a los judíos en la Alemania nazi, a los nobles en la Revolución Francesa, o a los burgueses en el comunismo. Antes, la libertad y la propiedad, inherentes a la vida, tampoco admitían restricciones impuestas democráticamente. Lo cual garantizaba el libre mercado. Lo opuesto es la democracia ilimitada, Tiranía de las masas o mayorías.

11. Democracia no es socialismo ni cualquier otra cosa. Pero el concepto de democracia fue estirado indefinidamente, a fin de derribar uno tras otro sus límites, y hacerla funcionar como medio de redistribuir riqueza y concentrar el poder. Mediante fraude semántico (Hayek) se introdujo caprichosamente todo concepto y práctica bajo el manto de “democracia”: comenzando por el sufragio directo y universal, siguiendo por los impuestos “progresivos”, el dinero sin respaldo metálico y la educación “pública” (estatal), la “nacionalización” de las grandes empresas, la medicina socializada, la cogestión y autogestión empresarial, el cooperativismo, y hasta cuotas por sexo o raza en los empleos. Todo considerado “más democrático”. Sin embargo nada tiene que ver con la democracia. Democracia no es socialismo: ni entero ni por la mitad.

12. Pero puede serlo, si se redefine fraudulentamente. Sin embargo, si el principio popular es considerado como casi único válido; y la democracia redefine sus contenidos -en la constitución real primero, y después en la escrita-, entonces lleva al socialismo y aún al comunismo. ¿Cómo? Mediante el juego de las palabras. Vea Ud.

13. La carrera de los adjetivos. El fraude semántico comienza con la carrera de inventarle y colgarle adjetivos a la democracia: “social”, “participativa”, “protagónica”, “inclusiva”, etc ... Socialismo y estatismo entran a la callada, disfrazados de “justicia social”. Los socialistas siempre ganan porque los no socialistas son muy tontos y van aceptando uno a uno todos los adjetivos. A cada uno aceptado, los socialistas meten el que sigue. P. ej. primero “desarrollo integral” ... y después “sostenible”, y enseguida “endógeno” ... y así. Lo mismo con los “Derechos Humanos”, que definen como obligaciones positivas del Estado, y cada vez hacen la lista más larga.

14. La “ruta democrática”. Comenzó aproximadamente en 1945 con la cuestión del sufragio, siguió en 1958, y con la Constitución de 1962. Se suponía que la vía de la democracia “social” o socialismo democrático era opuesta al castrismo, en Cuba desde 1959. Pero por fraude semántico, “más democracia” se hizo equivaler aquí a “más socialismo”. En cada quinquenio democrático con las leyes estatistas el socialismo retrocedía 2 casillas y avanzaba 4 o 5. Y en los ’70, con las nacionalizaciones del hierro y del petróleo dio el “gran salto adelante”. O sea “progresando”, y cada vez más “de avanzada.” Así fue como elegimos Presidentes y Congresos tiránicos, y perdimos estabilidad política. Por desconocer los consejos de Aristóteles, Polibio, etc. Idolatramos el principio popular con exclusión de cualquier otro; y la legislación, cada vez más socialista y estatista, alejó la constitución real del texto escrito de 1962, el cual trataba de mantener cierto equilibrio, aunque de modo inconsistente. Y en 1999 ajustaron la constitución escrita.

15. Fin de Línea. Y terminamos donde en los ’60 se suponía que no ibamos a llegar por la “ruta democrática”. En el socialismo. ¿Del siglo XXI? No; el de siempre, el único; no hay otro. Ahora hay que salir. ¿Y cuál es la salida? No la ruta democrática por supuesto, sino la economía libre, llamada capitalismo. Pero esa es otra lección.



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